Sanidad confía en que en una semana las restricciones frenen el «empeoramiento»

Casado apunta a la mayor incidencia y movilidad de Madrid entre las «causas» del «rápido» repunte

La consejera de Sanidad, Verónica Casado, durante su comparecencia de ayer HERAS

I. Jimeno

La tercera ola del impacto del Covid-19 cuando la fuerza de la segunda no se había aún diluido es una realidad en Castilla y León desde que entre el 30 de diciembre y el 1 de enero «todas» las provincias comenzaron a experimentar un repunte en los casos que el paso de los días ha confirmado con un nuevo alza y no uno de los habituales «dientes de sierra». Y coge potencia a gran velocidad. En la última semana el «empeoramiento» es claro, después de que hasta finales de 2020 la tendencia fuese «decreciente». Así lo confirmó ayer la consejera de Sanidad, Verónica Casado, quien alertó de que se está «sufriendo un crecimiento muy rápido». El coronavirus avanza «vertiginosamente» con una velocidad de contagio «altísima». De ahí la necesidad de poner en marcha nueva medidas en forma de restricciones, aprobadas ayer por el Consejo de Gobierno en una reunión extraordinaria.

Así, como ya avanzó el día anterior la Junta, desde hoy «todas» las provincias pasan a tener las «medidas reforzadas» más allá del nivel 4 de riesgo «muy alto» en el que ya están. Nada de bares, restaurantes y cafeterías en el interior, pero sí con terrazas y servicio a domicilio y para recoger; bajada de la persiana en los grandes centros comerciales y locales de juego y apuestas y sin actividad en los gimnasios ni público en las competiciones deportivas a cubierto. Burgos, León, Salamanca, Soria, Valladolid y Zamora se suman a las restricciones que desde el domingo ya se aplican en Ávila, Palencia y Segovia.

El «claro cambio» en la tendencia de los contagios es lo que ha llevado a la Junta a actuar con celeridad en esta decisión. Por el momento, con 14 días de vigencia, pero sin la certeza de si a partir del 27 de enero se podrán levantar . La situación también durante la próxima semana seguirá «empeorando» y después «espero y deseo con todas mis fuerzas que empecemos a descender», señaló. Pero esa bajada que se espera con estos 14 días no garantiza la desescalada, pues deben ser datos consolidados. Sin embargo, en la escalada hay que ser «muy rápidos y muy ágiles», argumentó Casado para este paso atrás después de que se llegase a las navidades con una incidencia «muy razonable». Pero, pasadas las Pascuas, la situación en toda la Comunidad es «bastante compleja», con una incidencia cinco veces superior a la de la semana previa a la Navidad y una «pendiente» de subida «que parece significativa».

Antes «no había criterio»

Su ascenso se asemeja más en la velocidad de propagación a la primera ola, la de la primavera pasada. La situación «ha empeorado muy rápidamente», advirtió la consejera, quien volvió a «recomendar el autoconfinamiento». «No salir de casa salvo para las actividades esenciales» porque «en ello nos va frenar la velocidad de contagio vertiginosa». Y confianza también en que las restricciones que hacen volver «a la casilla» de la que se salió en diciembre tras más de un mes de persianas bajadas en la hostelería, centros comerciales y deportivos, así como las que prosiguen desde hace meses - toque de queda de 22.00 a 6 horas, cierre perimetral Castilla y León y reuniones como máximo de seis personas - den resultados. «Creo que si hacemos bien las cosas y colaboramos todos, igual que en la segunda ola, lo vamos a conseguir», señaló Casado, sin aventurarse a dónde se podrá situar el pico de la incidencias, que no descartó que llegue a los mil casos por cada 100.000 habitantes. Ayer, otros 1.752 contagios notificados, cifra no alcanzada desde noviembre.

Se actúa ahora, dijo Casado, porque antes «no había criterio» que justificase las restricciones. Castilla y León estaba, recordó, entre las comunidades con menor incidencia, ahora es la séptima con la más alta a siete días vista (322,73 casos por cada 100.000 habitante) y la octava a catorce (469,05), con nuevos valores al alza ayer. «No había razón alguna para pensar en esta escalada tan importante», reconoció Casado. Dijo no saber los motivos exactos del repunte, que parece «multicausal». Apuntó que «probablemente» el aumento de la incidencia en Madrid, el «paso» de gente de esta Comunidad a Castilla y León -puso de ejemplo Sepúlveda, en Segovia, con la incidencia disparada- y la «siembra» de asintomáticos que lo han «diseminado» estén detrás, descartando prácticamente que la cepa británica sea la causante. En Navidad ha habido «más contacto social» y se ha «salido» de las burbujas habituales, señaló.

«Somos absolutamente conscientes del impacto de estas medidas, pero también conscientes de la validez a la hora de controlar los contagios», defendió.

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