‘Salus. La Iglesia en Aliste y Alba’ abre sus puertas en Alcañices (Zamora)
Unas 70 personas asisten a la inauguración oficial, presidida por el obispo
Unas 70 personas han asistido este martes en Alcañices (Zamora) a la inauguración oficial de la exposición ‘Salus. La Iglesia en Aliste y Alba’, que ofrece un recorrido de 19 siglos, desde el III hasta el XXI, a través de 172 obras de arte sacro utilizadas habitualmente en las parroquias de ambas comarcas, incluyendo nueve piezas procedentes de Portugal.
El obispo de Zamora, Fernando Valera, ha presidido el acto de inauguración celebrado en el patio del antiguo Convento de San Francisco, en el que han intervenido el comisario de la exposición, José Ángel Rivera; la directora general de Políticas Culturales, Inmaculada Martínez; el presidente de la Diputación de Zamora, Francisco José Requejo, y el alcalde de Alcañices, Jesús Lorenzo.
La muestra, promovida por las parroquias del arciprestazgo Aliste-Alba, acoge documentos archivísticos, libros, fotografías e imágenes cinematográficas, así como objetos pétreos, esculturas, pinturas, piezas de orfebrería y de metalistería. También se distinguen adornos personales, mobiliario y piezas textiles. Destacan obras de los escultores Juan de Montejo, Tomás de Sierra, Ramón Álvarez y Ricardo Flecha, del pintor Ricardo Segundo y del platero Antonio Rodríguez, entre otras.
La exposición está patrocinada por la Junta de Castilla y León, la Diputación Provincial de Zamora, el Ayuntamiento de Alcañices, la Fundación Caja Rural de Zamora, la Fundación La Caixa, la Fundación Terzo Pilastra Internazionale y la Fundación Larramendi, con la colaboración de la Fundación ‘Las Edades del Hombre’. Después de que el rey Felipe VI aceptase la Presidencia de Honor, se espera que algún miembro de la Casa Real acuda a la muestra, que podrá visitarse hasta el día 31 de octubre .
El itinerario de la muestra se estructura en seis apartado: ‘El territorio y sus iglesias’, ‘Signados y guiados por la cruz’, ‘En torno a la mesa del Señor’, ‘El Salvador, su madre y sus amigos’, 'Asociaciones, devociones y tradiciones’ y ‘El descanso eterno’.
Belleza escondida
La directora general de Políticas Culturales, Inmaculada Martínez, ha recordado que lleva «cuatro días» en el cargo pero que por su «devoción mariana» valoraba de forma especial la muestra. Además, Inmaculada Martínez ha puesto en valor la riqueza de la exposición «que, a lo mejor, estaba escondida» y ha alabado la posibilidad de «sacarla a la luz y mostrarla a los demás».
Por su parte, el presidente de la Diputación de Zamora, Francisco José Requejo, ha hecho hincapié en el «rico patrimonio histórico» que acogen las parroquias de Alba y Aliste. «Tiene en esta muestra un escaparate de primer orden desde el que mostrar el hacer de la Iglesia en estas zonas a través de su historia y de sus obras artísticas», ha celebrado.
Requejo Rodríguez ha incidido en que la iniciativa cultural y patrimonial «es fruto de una propuesta del propio Arciprestazgo de Aliste y de Alba y también del Ayuntamiento de Alcañices», como «claro ejemplo de apertura y de cercanía» con la sociedad. «Los tesoros artísticos conservados y también preservados durante siglos en las iglesias de Alba y Aliste pueden ser disfrutados por todos los que durante estos meses se acerquen a visitar esta exposición», ha resumido.
Por su parte, el obispo de Zamora, Fernando Valera, ha considerado que «los arciprestazgos de Alba y Aliste se ponen de pie y levantan la cabeza» y que «muestran la belleza de sus raíces con historia, esa belleza conservada a fuerza de tesón» . También ha roto una lanza en favor de la España más despoblada. «En el mundo de las grandes megápolis y de la eficacia, en plena guerra de los poderosos, nosotros seguimos eligiendo al que vivió en Nazaret, una aldea perdida en la insignificancia de Judea», ha recordado.
Por último, el alcalde de Alcañices, Jesús Lorenzo, ha reseñado que el conjunto histórico de Alcañices es «uno de los más antiguos» de los situados entre la frontera de España y Portugal, del que ya hay constancia desde 1175. «Ahí tenemos su nombre de origen árabe, como su pasado templario, judío y nobiliario», ha indicado, «el carácter transfronterizo y las características geográficas provocan en este proyecto un marcado sentido de unión, hermandad y fraternización entre ciudadanos españoles y portugueses».