España de récord
Salinillas de Bureba, el pueblo donde los hombres son mayoría, aunque gobierna una mujer
Con apenas 50 vecinos censados, la población masculina de este municipio burgalés es cuatro veces superior a la femenina. Sin embargo, de las tres pedanías que forman el núcleo, dos de ellas están regidas por alcaldesas
Con apenas 50 vecinos censados, Salinillas de Bureba (Burgos) se divide en tres pedanías, Salinillas, Buezo y Revillalcón , las dos primeras regidas por alcaldesas que miran al futuro con esperanza desde un presente complicado marcado por la despoblación y el entorno marcadamente masculino del medio rural. De hecho, del medio centenar de vecinos, según datos del padrón a 1 de enero de 2016, 41 son hombres, el 82 por ciento de la población. Esto quiere decir que la población masculina es cuatro veces superior que la femenina.
[Pincha sobre cada municipio en el mapa para comprobar el porcentaje de población masculina y femenina.]
Una de esas escasas mujeres es Nuria Buezo , quien decidió hace seis años volver al pueblo de su padre e instalarse en la pequeña pedanía de Salinillas, de 26 vecinos, de quienes ha llegado a ser alcaldesa. A sus 46 años, es la primera fémina en ocupar este puesto y reconoce que «ha costado» porque quienes quedan en el pueblo son en su mayoría hombres, de edad avanzada y un estilo de hacer las cosas «como siempre».
Nuria se muestra apasionada por sus raíces, su pueblo y defiende las bondades de vivir en un entorno natural. Como alcaldesa, se siente «arropada» por los jóvenes que, aunque no viven aquí todo el año, dan vida al municipio en verano y los fines de semana y creen que se puede «hacer algo» por mantener el municipio.
Despoblación
Y es que aunque Salinillas de Bureba es un pueblo que ha sufrido despoblación en las dos últimas décadas, no lo ha hecho de forma tan acusada como otros municipios castellano y leoneses, y no está especialmente envejecida. Quizá en ello haya tenido que ver la proximidad de la localidad vecina de Briviesca, que tiene ya 7.000 habitantes, actividad y trabajo. No obstante, de los 71 habitantes censados en 1998, han pasado a ser 50 . Además, la diferencia de sexos afecta a todos los tramos de edad. Menores de 16 años, sólo quedan un niño y ninguna niña; de entre 16 y 64 años hay 28 hombres y seis mujeres, mientras que mayores de 65 están registrados 13 hombres y tres féminas.
Para Nuria, la clave de la despoblación está en el trabajo. «Si no hay, nadie se va a venir a vivir aquí, por mucho wifi gratis que tengamos», explica esta alcaldesa que no duda en apostar por el futuro de Salinillas. Las últimas generaciones se han ido marchando y ella representa a esa nueva hornada que quiere «levantar el pueblo y darle más vida». Una vida en la que las mujeres, a pesar de ser una clara minoría, han dado un paso adelante —junto a Salinillas, la pedanía de Buezo también está gobernada por una mujer—.
Hace 20 años, las diferencias entre sexos no eran tan acusadas. De los 71 vecinos entonces, 39 eran varones, el 55%. Menores de 16 años: 4 niños y 6 niñas. De 16 a 64 años: 29 hombres y 16 mujeres. Mayores de 65 años: 6 hombres y 10 mujeres.
Pero al igual que la población, nada es igual en Salinillas de Bureba que hace dos décadas. «La vida en los pueblos también ha evolucionado», y aunque no hay servicios, «teniendo coche, no hay ningún problema», señala la alcaldesa quien espera que otras parejas jóvenes puedan apostar por revitalizar el medio rural.
Sin bar pero con santuario
Por no haber, en Salinillas no hay ni bar, pero pueden presumir Santuario, el de Santa Casilda, construido en el siglo XVI sobre un risco calizo y donde cientos de burebanos celebran cada año su festividad. Un día en el que se llena de vida este entorno que, después, vuelve a su medio centenar de vecinos, repartidos en tres pueblos, mayoría de hombres pero con dos alcaldesas que demuestran que las cosas están cambiando.
En toda España, si contamos también los pueblos de menos de 50 habitantes, Salinillas de Bureba ocupa la quinta posición de los pueblos con mayor porcentaje de hombres. El primero es Torre en Cameros (Guadalajara). Allí, de los 13 vecinos, 11 son hombres, el 85 por ciento. En total, en España la proporción es del 49,1 por ciento de hombres y el 50,9 por ciento de las mujeres.
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