De la Rosa vincula los disturbios de Burgos a «negacionistas y antisistema»

Los dos detenidos, uno de ellos menor de edad, ya han sido puestos en libertad

Una marquesina dañada tras los disturbios en la capital burgalesa ICAL

P. Sedano

El alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, censuró ayer los disturbios ocurridos en la noche del viernes en la capital burgalesa, cuyo origen sitúa en una concentración de «negacionistas irresponsables, vinculados a la extrema derecha y con el apoyo de Vox» , que convocaron un encuentro no permitido para criticar el estado de alarma. A estas aproximadamente 350 personas se sumaron más tarde grupos antisistema que se infiltraron, según De la Rosa, para aprovechar la confusión y crear altercados prácticamente coincidiendo con la hora del toque de queda en toda Castilla y León a las diez de la noche.

La Policía Nacional cifró en torno a 400 las personas que participaron en una concentración no comunicada a la Subdelegación del Gobierno en Burgos, en el barrio de Gamonal, cuyo balance arrojó dos detenidos, uno de ellos menor de edad, y numerosos daños en mobiliario urbano y varios vehículos policiales, según informó la Delegación del Gobierno en Castilla y León. Los detenidos quedaron en libertad con cargos aunque investigados por atentado a agentes de la autoridad. El joven mayor de edad ha pasado a disposición del Juzgado de Instrucción 2 de Burgos, en funciones de Guardia, mientras que el menor de edad corre a cargo de la Fiscalía. Ambos han quedado en libertad, aunque investigados por atentado a agentes de la autoridad, al resistirse a ser detenidos.

«Libertad»

El informe policial de los hechos registrados en Burgos describe cómo a las 21:00 horas numerosas personas, en su mayoría jóvenes, interrumpieron la circulación en la calle Vitoria a la altura de la Iglesia Real y Antigua de Gamonal, coreando lemas contra las medidas del Gobierno frente al Covid y reclamando «libertad». Poco después, comenzaron a bloquear con contenedores y elementos de obras la vía pública, mientras su actuación era rechazada de forma evidente por el resto de la ciudadanía, incluso con gritos de los vecinos desde los balcones con el lema «Esto no es Gamonal» . En un momento determinado, y de forma coordinada, los manifestantes atacaron con piedras y patadas a las dotaciones policiales que estaban controlando la concentración, con singular virulencia a las unidades de Policía Nacional, causando graves daños en dos de las furgonetas.

Para evitar el enfrentamiento y la utilización de elementos disuasorios especialmente lesivos, las dotaciones se replegaron hasta la llegada desde Miranda de Ebro de otras unidades. Una vez reagrupadas, y tras varios avisos conminando a la disolución que fueron desoídos, se produjeron varias cargas que consiguieron disgregar a los manifestantes, vaciar la zona y permitir la actuación de bomberos y personal de limpieza. Tras despejar la zona de Gamonal, se produjeron nuevos actos vandálicos en distintas zonas de la ciudad como barrio San Pedro y San Felices o calle San Francisco.

Aún no se ha realizado la valoración precisa de los daños que causaron los participantes, aunque en una primera apreciación hay varias docenas de contenedores con desperfectos, quemados o dañados, rotura de la cristalería de marquesinas de autobús, daños en el mobiliario urbano y graves daños en tres vehículos policiales.

El delegado del Gobierno en Castilla y León, Javier Izquierdo, lamentó los hechos registrados en Burgos, si bien destacó lo aislado de estos comportamientos, «minoritarios y enormemente insolidarios , que, de forma evidente, fueron rechazados por la ciudadanía desde sus balcones». Izquierdo hizo un llamamiento a la serenidad y un «sincero agradecimiento a la actitud ejemplar de la inmensa mayoría» que, incluso en las imágenes que han trascendido, recriminaban a los violentos su actitud ante los servidores públicos, que están en primera línea de batalla contra un virus que está matando diariamente a muchas personas y que representa una grave amenaza para la salud pública. El delegado expresó su deseo de pronta recuperación del agente herido leve y un mensaje de «absoluto respaldo en nombre de toda la ciudadanía», además de su comprensión al cansancio y la preocupación de los ciudadanos ante esta segunda ola de la pandemia.

También el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, hizo un llamamiento a la serenidad y la responsabilidad en la ciudad de Burgos. «Hago un llamamiento a la serenidad y a la responsabilidad. Los episodios violentos que se están produciendo en Burgos, además de reprobables, no ayudan a luchar contra el enemigo común que es el virus», señaló en twitter.

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