Valladolid / Feria y Fiestas de la Virgen de San Lorenzo
Roberto Enríquez: «Que un chico de barrio dé el pregón me llena de orgullo»
Las fiestas de Valladolid dan comienzo hoy con el actor como maestro de ceremonias. Promete que será «breve, muy personal y emocional»
« Se trata del «mayor honor que puede recibir una persona ». Así se siente Roberto Enríquez al ser el encargado de anunciar el inicio de las fiestas de La Virgen de San Lorenzo de este año, una tarea que no duda en definir también como una «responsabilidad». A pesar de haber nacido en Fabero (León), Valladolid es la ciudad que lo ha visto crecer, madurar e, incluso, nacer como actor, lo que le ha permitido trabajar tanto en la gran pantalla como en televisión y en teatro, donde se encuentra actualmente con la obra Arte y que también trae bajo el brazo para estos días de fiesta.
¿Esperaba la llamada del Ayuntamiento de Valladolid para ser el pregonero de este año?
La verdad es que no. Me llamó el alcalde y me sorprendió mucho que me hiciese la propuesta. Es más, le tuve que decir, además de darle las gracias, que me dejase unos días para pensarlo, porque además de un honor también me parecía una responsabilidad.
¿Cómo va a ser el pregón que va a pronunciar esta tarde?
Va a ser personal y voy a hablar desde mi experiencia de la periferia, ya que era un chico de barrio cuando vivía en Valladolid, y además será breve, no pretendo dar la chapa, porque también sé cómo es el ambiente en la Plaza Mayor y creo que tiene que ser algo emocional y corto.
Lo curioso es que nació en Fabero, ¿cómo llega un leonés a dar el pregón en Valladolid?
Esa es la piedra angular sobre lo que quiero hablar, cómo llegaron mis padres del Bierzo, de León, cuando yo era muy pequeño, tanto que no tenía uso de razón, y en Valladolid crecí, me crié, estudié, hice todo lo que hace una persona cuando es joven e, incluso, encontré mi vocación profesional. Por aquel entonces todos los barrios periféricos de la ciudad se repoblaban de gente de los pueblos, de otras provincias y, en definitiva, de gente que no era de la misma capital, con lo que me parece algo maravilloso que una ciudad en la que no has nacido te dé la oportunidad de desarrollarte como persona, como me la dio a mí, y finalmente dar el pregón. No me parece tan vinculante dónde naces, sino dónde paces, y eso es lo que al final te conforma más como individuo.
Como ha mencionado, se ha criado en Valladolid, ¿qué recuerdos tiene de las fiestas cuando era más joven?
Tengo muchos recuerdos. El día de la rueda de prensa, cuando Óscar Puente me anunció como pregonero, me preguntaron que si había visto alguna vez alguno de los pregones, y es lo único que no hacía en aquella época. Lo demás lo vivía intensamente: los conciertos en la Plaza Mayor , los fuegos artificiales, las Moreras, incluso cuando era pequeño me acuerdo de las ferias en el barrio de La Rubia, que eso ya no existe.
«El público vallisoletano es austero en la representación, pero en el aplauso sorprende»
Habrá presenciado el cambio que han dado las fiestas desde entonces hasta ahora, ¿ha cambiado más la celebración o los vallisoletanos?
Si soy sincero, hace muchos años que me fui de Valladolid y hace tiempo que no vivo las fiestas tal y como son ahora. Pero mis amigos y familia me cuentan cómo ha cambiado el panorama, empezando por las peñas, que es algo que en mi época no existía. También sé que han cambiado muchas cosas, no solo las fiestas, sino también la forma de la ciudadanía de relacionarse con las autoridades, y eso siempre me ha parecido interesante, porque unas fiestas tienen que ser un motivo de celebración y, cuando se travisten de otra cosa, no es agradable, por eso me gusta este momento dulce que se está viviendo en la ciudad.
Va a tener unos días bastante completos en Valladolid, ¿qué significa para usted tanto dar el pregón como actuar de nuevo en la ciudad que se crió?
Dar el pregón de tu ciudad es el mayor honor que puede tener una persona, porque son las fiestas y es el momento en el que un individuo representativo te invita a comenzar la celebración, me parece algo precioso. Y encima un chico de barrio, de Pajarillos, que ni siquiera es de Valladolid, que tenga el honor de poder hacerlo, me llena de orgullo. Veo lo que le ocurre a mi familia y amigos con esto y me parece muy bonito . Además, regresar para hacer teatro es algo magnífico, porque es mi ciudad, está mi gente, y porque al público de Valladolid se le considera especialista y crítico en el mejor de los sentidos, no vale cualquier cosa. Somos bastante austeros a la hora de manifestar nuestras reacciones durante la representación, pero luego durante el aplauso se sorprende a la gente de fuera, y me gusta que se considere al público de aquí como entendido. La verdad es que siempre que vuelvo por lo que sea, siento cierta melancolía o algo emocional que no sabría bien cómo explicarlo, además de tener la necesidad de recorrer sus calles, determinados rincones... en definitiva, regresar a Valladolid siempre es algo muy especial.
Actuará en el Teatro Calderón entre los días 8 y 10 de septiembre con la obra de teatro Arte, de Yasmina Reza, ¿de qué trata exactamente el trabajo?
Es una comedia bastante venenosa, como lo son las comedias inteligentes, y la autora se sirve de la misma para meter unas píldoras con otra carga de profundidad. Mucha gente piensa que Arte es una reflexión sobre el arte contemporáneo, pero son meras pinceladas. La obra habla fundamentalmente del deterioro de unos amigos, que son tres y se conocen de toda la vida, y cómo el paso de los años incide en esa amistad. Realmente no hacen un balance actual de su relación, sino que de alguna manera viven con el recuerdo muerto de lo que fue, pero sin actualizarlo y eso va llevando a diferentes trayectorias. Finalmente, la compra de un cuadro es como el factor desencadenante, lo que detona eso que estaba enquistado. Pero todo desde una perspectiva optimista.
«Sin nacer aquí, valladolid me dio la oportunidad de desarrollarme como persona»
¿Cómo es trabajar con Miguel del Arco como director y con Cristóbal Suárez y Jorge Usón como compañeros de reparto?
Cuando me llamó Miguel para hacer esta función, la cual me gusta muchísimo y se ha convertido en un clásico contemporáneo, le dije: « Arte y contigo, al fin del mundo », ya que es uno de los directores que más admiro del panorama nacional. Y cuando ya aparecieron Jorge y Cristóbal, a los que ya conocía pero no había trabajado con ellos hasta el momento, fue y está siendo una delicia. Nos ha brindado la oportunidad de abrir nuestra mochila de vivencias y hablar de lo personal e íntimo de cada uno, todo aliñado con muchas risas y emoción. Si ya lo unes a la buena crítica, aunque para mí esto es secundario, y la gran acogida del público en Madrid, estamos muy contentos con el resultado.
Ha comentado la gran crítica y acogida del público que han tenido hasta el momento, ¿qué les diría a los vallisoletanos para que se acerquen al teatro Calderón a ver Arte?
Yo les invitaría a ir a verla primero porque es un gran texto, en el que la autora consigue hacer lo más difícil, que es hacer algo aparentemente muy sencillo pero que esta dotado de mucha complejidad, que te da además mucho tema para poder hablar después de la función. Además van a pasar un rato divertido, no solo se van a reír a mandíbula batiente, sino que van a estar enganchados durante hora y media a la obra.
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