Las residencias de ancianos piden al Gobierno equipos de protección o el sistema o «colapsarán» esta semana

A las peticiones de más material de protección desde los hospitales y profesionales sanitarios se unen ahora la de los profesionales de atención a la dependencia que trabajan en las residencias de ancianos. La asociación que agrupa al sector en Castilla y León (Acalerte) ha advertido este jueves de que si no reciben cuanto antes el material el sistema «colapsará la próxima semana».

«Tras numerosas peticiones al Gobierno durante los últimos días seguimos sin obtener ningún tipo de respuesta. La situación es insostenible», declaran desde el colectivo. «Llevamos semanas tomando medidas para prevenir el contagio de personas en sus centros y el resultado, hasta ahora, ha sido ejemplar . Hemos colaborado a evitar el colapso del sistema sanitario y estamos satisfechos de nuestra aportación», recalcan.

Aseguran, además, que son «la única barrera capaz de contener el colapso inmediato del sistema sanitario. Si no se produce una respuesta responsable por parte del Estado en las próximas horas, estaremos abocados a una catástrofe incalculable », explica Acalerte, uniéndose a las reivindicaciones del resto de organizaciones en España.

«Queremos seguir participando de manera activa» en la lucha contra el virus, insisten pero para ello necesitan de «forma inmediata» que su personal trabaje «protegido para evitar el contagio y poder seguir atendiendo más personas». «Necesitamos contar con equipos de protección individual , como mascarillas, guantes, batas y gafas», explican, pero también que se realicen las pruebas a los casos sospechosos de infección en sus trabajadores.

«Cuando a una trabajadora se le detecta alguna infección respiratoria, inmediatamente se le indica que lleve a cabo aislamiento durante 14 días, sin hacerle la prueba, lo que le obliga a dejar de trabajar. Si se le hiciera, como pasa con el personal sanitario, y se descartara el coronavirus podría volver a trabajar de inmediato», argumentan.

Reclaman además poder seguir contando con su personal sanitario para evitar la saturación en los hospitales y que las personas mayores atendidas, cuando los síntomas respondan, deban hacerse l a prueba de manera preferente para prevenir contagios con otros residentes y así poder tomar las decisiones oportunas en cada uno de los centros.