Artes&Letras - 25 aniversario de la OSCyL
Un repertorio discográfico variado
Las grabaciones realizadas por la Sinfónica regional han contribuido a la recuperación y difusión de parte del repertorio musical español, con especial atención a la obra de Joaquín Rodrigo, Turina o Montsalvatge

En estos veinticinco años la Orquesta Sinfónica de Castilla y León ha grabado una cantidad considerable de registros discográficos. El catálogo es muy variado, como corresponde a su larga trayectoria, y sobre todo, a una actitud abierta a la hora de participar en todo tipo de proyectos, sobre todo cuando éstos se relacionan con la recuperación y difusión de esa parte del repertorio español sepultado en un olvido incomprensible. En este sentido, lo que no ha cambiado en estos años es la especial atención que la Orquesta Sinfónica de Castilla y León ha dedicado a los compositores españoles -léase Jesús de Monasterio, Joaquín Turina, Xavier Montsalvatge-, destacando los tres monográficos dedicados a Joaquín Rodrigo que, dirigidos por Max Bragado-Darman, fueron editados por el sello Naxos.
Un hito en la discografía ha sido la edición de «Nazareno», primera grabación mundial de la obra de Golijov y Grau
Y si necesario es el apoyo y difusión de la música española, imprescindible es la defensa de los compositores castellanos y leoneses. Ahí están las grabaciones de las obras de Antonio José, Luis de los Cobos, Francisco Lara o Pedro Aizpurúa, que durante tantos años ejerció como Maestro de Capilla de la Catedral de Valladolid. Pero sin duda, el mayor esfuerzo es el que se ha dirigido al cuidado de la producción instrumental del salmantino Tomás Bretón, grabando para el sello Tritó en el verano del año 2010 una versión de su Concierto para violín en la menor con el solista Ara Malikian y la dirección de Alejandro Posada, generosamente celebrada por la crítica, igual que el referencial registro publicado por el sello Verso de un doble CD de las tres sinfonías de Bretón -Sinfonía nº 1 en fa mayor, la nº 2 en mi bemol mayor y la Sinfonía nº 3 en sol mayor-, un ciclo muy interesante porque se redactó en tres etapas muy diferentes de la biografía y la evolución creativa del compositor salmantino.

De las tres partituras, la única grabada hasta el momento había sido la escrita en mi bemol mayor -con la OSCyL y la dirección de Max Bragado Darman para el sello Newport Classic en 1993- de ahí la expectación de la musicología ante esta interesante aportación. La Orquesta Sinfónica de Castilla y León fue aquí dirigida por el maestro José Luis Temes, que estrenó además la excelente edición crítica publicada por el musicólogo Ramón Sobrino bajo el patrocinio del Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU) y la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). En el proyecto colaboraron la Junta de Castilla y León, Acción Cultural Española (AC/E) y la Comunidad de Madrid. La grabación se presentó en la Sala Gayarre del Teatro Real el 16 de febrero del año 2012.

Y sin duda, otro hito en la discografía de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León fue la edición del disco Nazareno, primera grabación mundial de la obra del mismo nombre compuesta por Osvaldo Golijov y Gonzalo Grau, que se editó junto a obras emblemáticas del repertorio musical latinoamericano: la suite del ballet Estancia de Alberto Ginastera y La noche de los mayas, de Silvestre Revueltas. El disco, publicado por el prestigioso sello discográfico Deutsche Grammophon, registró la grabación en directo del concierto que la OSCyL ofreció con ese programa en el Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid el 20 de enero de 2011 bajo la dirección de Miguel Harth-Bedoya y las hermanas Katia y Marielle Labèque al piano, y fue un fulgurante éxito de ventas que agotó su primera edición en unos meses.