Las redes sociales tumbaron la tradición del Toro de la Vega
Un estudio explica que los detractores crearon una imagen de los defensores de sádicos, psicópatas y salvajes
Los mensajes en redes sociales contribuyeron a la «deslegitamación» y a la posterior prohibición de matar al animal en el encierro tradicional del Toro de la Vega en Tordesillas (Valladolid). Un festejo taurino que este año, si no lo hubiera impedido la pandemia ocasionada por el Covid-19, se hubiera celebrado mañana. Esta es la tesis que defiende un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Pontificia Comillas y publicado en la prestigiosa revista Journal of Consumer Research.
Los investigadores analizaron entre 2014 y 2016 hasta 6.000 mensajes publicados en internet para concluir que «los activistas en contra de esta fiesta crearon un estigma emocional de sus seguidores de psicópatas , sádicos o animales ». «Las redes sociales deslegitimaron a los defensores del Toro de la Vega creando sobre ellos un estigma que se extendió a todos los habitantes de Tordesillas, lo que socavó los pilares morales y relacionales que sostenían esta tradición », explica Carmen Valor, profesora de Comillas ICADE y una de las autoras de la investigación. El festejo pasó de ser una tradición a proteger a una práctica indeseable para gran parte de los usuarios. «Una vez erosionada la legitimidad de la fiesta, la prohibición del torneo fue sencilla», sostiene el estudio.
La investigación apunta que los detractores usaron «hábilmente» el discurso para hacer una construcción emocional creíble. Además, sus mensajes en redes sociales fueron defendidos por personajes públicos de la sociedad, un hecho que ayudó a los activistas a lograr mayor visibilidad a su lucha. «Todo ello neutralizó a sus defendores», señala Valor.
Finalmente, la Junta de Castilla y León aprobó en 2016 un decreto-ley por el que no se permite ni la muerte ni el alanceamiento del toro. A partir de ese año la celebración se realiza sin la muerte del animal, una decisión que no ha calmado los ánimos ni la polémica. «Las tradiciones desaparecen porque pierden el anclaje cultural y porque se estigmatiza a quienes sostienen esa tradición», aseguran los investigadores.
Deslegitimar al defenso
El trabajo de Comillas ICADE utilizó el caso del Toro de la Vega para estudiar el uso del discurso emocional para minar la legitimidad de las prácticas de los consumidores. « El trabajo ofrecen evidencias de los mecanismos socioculturales con los que se crean estereotipos », afirma el estudio.
Valor añade que las redes sociales también han tenido un papel deslegitimador en casos como el diésel o el tabaco, aunque «en esos casos se estigmatizó la práctica, pero no a los conductores o fumadores». «Estigmatizar a los defensores de una práctica puede facilitar la posterior prohibición» , sentencia la publicación.
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