Sociedad
Rajoy prefiere el pan abulense
Una panadería de Ávila suministra su producto a la Moncloa desde hace casi dos años
El olor a pan rústico recién hecho se cuela todos los días en las paredes del Palacio de la Moncloa . Y este sustento básico que alimenta al presidente del Gobierno y a su familia llega desde la provincia de Ávila, más concretamente desde una pequeña empresa panadera familiar llamada Flores y Jiménez .
Esta «relación» surgió como muchas otras cosas en la vida, casi por casualidad. «Alguien de Moncloa probó nuestro producto en un catering y a partir de ahí contactaron con nosotros para que les suministrásemos pan », afirma Miguel Ángel Jímenez, quien trabaja junto a su padre en la gestión y en los hornos de la firma familiar, y que apunta que llevan ya casi dos años repartiendo pan a la residencia del presidente del Gobierno.
Aunque nunca han hablado con Mariano Rajoy , día tras día la empresa abulense recibe los pedidos del Chef de la Moncloa, con el que mantiene el contacto y le comentan lo que quieren, que suele ser solo pan, pero de sus distintas variedades. «Tenemos un surtido de más de 30 variedades diferentes : de trigo, centeno, tostas de aceite... con lo que al final van escogiendo distintos tipos según vayan mejor o peor con sus diferentes platos».
«Tan solo con el reparto hacemos más de 270 kilómetros diarios, ya no solo a Moncloa, sino a más establecimientos, entre los que hay algún restaurante con estrella Michelin », asegura Jiménez, que además apunta que aunque sea un recorrido largo, la calidad del género es tan buena que no se estropea en absoluto. «Hacemos un pan natural, que está terminado, con nuestra masa madre, y las distancias no le afectan. El producto dura muchas horas al día gracias a su calidad».
Cualquiera podría pensar que, al colaborar con el Gobierno, su fama estaría por las nubes , pero esto no es cierto del todo. Esta relación les ha dado «mucho orgullo» y llevar clientes relevantes les da «mucha vida» pero nunca lo han utilizado para obtener publicidad, porque con todos sus clientes «mantienen el secreto profesional y no revelan su nombre». En este caso, «por casualidades de la vida» un periodista se enteró y toda esta historia ha salido a la luz.
«Hacemos un pan que no es rentable»
En activo desde 1992 y con 26 trabajadores en total, Flores y Jiménez cuentan con tres tiendas en Ávila y un despacho propio en Medina del Campo (Valladolid). Por si fuese poco, acaban de trasladarse a una nave nueva con la intención de crecer y con nuevos proyectos, como la producción de pan para celíacos, un mercado que quieren explorar y ofrecer un producto practicamente igual al pan artesanal que hacen.
A propósito de su producto, Jiménez asegura que su padre siempre dice que hacen un pan «que no es rentable» , porque lo hacen de manera tradicional y tratado a mano y hace falta mucha gente «para sacar poca producción», pero a base de querer sacar un gran pan, en mercados como Madrid y Valladolid «tenemos la suerte de sacar facilitar nuestras elaboraciones».