Los psicólogos alertan del peligro de que dos de cada tres menores de 15 años usen móvil
Advierten a los padres de que «no es un regalo adecuado» para adolescentes con menos de 14 años
El uso de celulares en la Comunidad entre niños de diez a quince años es superior a la media nacional
La Navidad y la Primera Comunión son las dos referencias que los menores usan para iniciarse en el uso de los móviles, que cada vez se utiliza a una más temprana edad. Los datos son contundentes y demuestran, según el Instituto Nacional de Estadística , cómo dos de cada tres menores de entre diez y quince años de la Comunidad usan estos dispositivos, sobre cuyo peligro advierte el Colegio de Psicología de Castilla y León (Copcyl).
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Y es que cuando llegan estas fechas, el celular se convierte en un regalo habitual entre los menores, razón por la cual los psicólogos advierten de que «no es un regalo de Navidad adecuado para los menores de 14 años, ni de 16 si el dispositivo cuenta con acceso a internet», dado que esa es la edad legal para usar whastapp, por lo que apelan «a la responsabilidad de sus progenitores». En este sentido, el secretario de Copcyl y experto en nuevas tecnologías, David Cortejoso, asegura que «no sólo los menores deben estar capacitados a la hora de utilizar el teléfono móvil, sino que también los padres deben ser conscientes de los problemas derivados del uso de las nuevas tecnologías».
Responsabilidad paterna
Lo cierto es que Castilla y León es una de las comunidades con más menores adictos a esta tecnología ya que lo usan el 68 por ciento de los niños entre diez y quince años, frente a la media nacional del 60 por ciento. En este punto, Cortejoso recuerda que los padres son los responsables de lo que hacen sus hijos en la red hasta que cumplan 18 años. «Los progenitores tienen la obligación de conocer tanto la edad legal para acceder a las nuevas tecnologías como el funcionamiento de las apps o servicios que utilizarán sus hijos para educarles en un buen uso», insiste. De hecho, asegura que los adultos son los primeros responsables de ofrecer a los menores «una adecuada educación digital, con los que deberán hablar de nuevas tecnologías de vez en cuando e interesarse por las cosas que les gustan». El establecimiento de límites, horarios y consecuencias negativas y positivas por el cumplimiento o incumplimiento de las normas es indispensable para que, tanto padres como hijos, realicen un uso responsable de los móviles. A ello hay que añadir que, por supuesto, «los adultos deben dar un ejemplo adecuado en el uso de sus propios dispositivos tecnológicos», recuerdan desde el Colegio de Psicología.
Peligros más habituales
Aspectos todos ellos a los que hay que prestar una especial atención para evitar los peligros más habituales a los que se exponen los niños en internet como son el ciberbullying, que es el acoso o maltrato entre menores; el sexting, que consiste en el envío de imágenes o vídeos de carácter sexual; el grooming, o acoso sexual de un adulto a un menor haciéndose pasar por alguien de su misma edad; el contenido inapropiado como pornografía, violencia, retos peligrosos o juegos de azar y apuestas, y el robo de datos y hackeo de contraseñas de los servicios que utilicen. «Ante estos peligros, los padres deben valorar la capacidad y madurez de sus hijos por encima de la edad a la hora de regalarles un móvil. Lo mejor es recurrir al sentido común», precisa Cortejoso.
Normas consensuadas
Para ello, es recomendable que en las familias se fijen una serie de normas consensuadas sobre la utilización de móviles u otros dispositivos tecnológicos que pasan por fijar un tiempo máximo de uso diario y un tiempo específico dependiendo del día, así como por el establecimiento de situaciones en las que está totalmente prohibido el uso del celular, como por ejemplo, durante las comidas.
Por último, Copcyl advierte también sobre el abuso de dispositivos que no disponen de conexión a internet, como es el caso de los drones, coches teledirigidos o videoconsolas ya que «aunque los riesgos son menores, los niños pueden pasar demasiadas horas con ellos y descuidar otras actividades».