El PSCL sonríe

Iván Redondo (antes PP ahora PSOE) hizo un gobierno bonito y de propaganda, olvidándose de la Comunidad; Ábalos diseñó el gobierno en la sombra, de los números dos, con sanchistas, que cogerán las riendas a los Marlascas, Duques y compañeros, con excepción de alguno/a con carácter, Robles. El Secretario de Organización sí ha movido bien las piezas para Castilla y León, de manera que la estrategia del tándem Ana Sánchez-Barcones, que pudo haber naufragado de no triunfar la moción de censura, ahora camina con viento a favor.

Algunas consecuencias de estos movimientos: la unidad del partido, que no tenía hace un mes. Mayor fuerza de la secretaria de Organización de la región tanto en el orden interno como en la proyección del partido hacia afuera y preparación del programa. Promoción de Barcones desde la Delegación del Gobierno (no hay que olvidar la labor de Alejo con Zapatero), que venderá bien la buena sintonía y preocupación del gobierno central por Castilla y León (todo lo contrario, a lo visto entre Madrid y la Junta, y sus tensas relaciones); cuenta además con el plus de la despoblación, donde saca varios cuerpos de ventaja a la política de Herrera y ahora con la iniciativa. Ambas, con su actividad, dejarán más en un segundo plano a Tudanca, la foto del cartel electoral que mejor no tocar, pero sí diluir. A esta bonanza y las cogitaciones populares ante la elección de sucesor de Rajoy se unen dos factores más: la salida de Javier Izquierdo a Fomento, que quitará el gesto hosco de puertas adentro y la crispación, que no fuerte oposición, hacia el PP; y no mover a Puente, que entre sus virtudes cuenta con el conocimiento de su techo hoy, la alcaldía de Valladolid. Motivos para sonreír y de preocupación para los restantes partidos.