Guillermo Garabito - Anotaciones al margen

Un, dos, probando...

«La presidenta de las Cortes avisó de que el pleno se suspendía «doce minutos» y tanta precisión a la prensa nos dejó desconcertados»

Herrera conversa con las presidenta de las Cortes durante el receso por el problema técnico F. HERAS

CRÓNICA PARLAMENTARIA

Cuando no hay una manifestación de algo a la puerta de las Cortes se ponen de huelga los micrófonos y fuerzan un silencio incómodo. Ayer tarde, nada más comenzar el pleno, en la réplica del presidente Herrera a la pregunta de Tudanca, empezó a chirriar la megafonía. Una metáfora graciosa dijo alguien del mensaje distorsionado de los políticos. Antes de desgraciar los tímpanos a los que allí estábamos la presidenta de las Cortes avisó de que el pleno se suspendía «doce minutos» y tanta precisión a la prensa nos dejó desconcertados. Nos sorprendió esa exactitud suiza y también pilló desprevenidos a muchos de los procuradores que salieron rápidamente del hemiciclo aprovechando el recreo improvisado.

El pleno se oteaba largo y algún periodista apunto que «a ver si con suerte no vuelve la megafonía y se suspende». La tarde y el sol eran más de terraza que de balconada al hemiciclo. Entretanto, con la Cámara a medias, algunos procuradores respiraban como aliviados y se aflojaban el nudo de la corbata. El presidente Herrera se quedó sentado en su escaño en soledad pensando vaya usted a saber qué cosas de presidente. Una soledad muy fotográfica en contraste con el resto de sus consejeros que por allí hacían grupos y risas. Tan animado estaba el parón en la bancada del PP que hasta se acercó Tudanca a comentar algo inaudible a Alicia García –consejera de Familia– y a Fernando Rey –consejero de Educación–. «Algo les está pidiendo» se escuchó en la tribuna de prensa.

Herrera mientras seguía en su exilio voluntario de hombre calmado. De vez en cuando se acercaba a la Mesa y hasta regalaba fotos a los periodistas cuando apoyaba la cabeza contra la tribuna de intervenciones como si estuviera rezando en el Muro de las Lamentaciones.

Los operarios de las Cortes iban de micrófono en micrófono repitiendo eso de: «Probando ¿si? Un, dos…» Al final se solucionó la avería. Los doce minutos fueron muy españoles.

Silvia Clemente explicó que «lo que ha ocurrido es un poco más grave de lo que parece. Se ha roto el control de los debates» y menos mal que había por allí otra pieza de recambio y algún técnico manitas. Todo siguió con normalidad y media hora de retraso.

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