El PP reclama en Ávila un voto «eficaz» que huya del «rencor de los localismos»

A la caza del «indeciso» han salido este domingo el candidato del PP para las elecciones de 13 de febrero, Alfonso Fernández Mañueco, y su ‘jefe’, Pablo Casado. Especialmente de aquellos que dudan entre partidos de centro-derecha y más aún entre los que tienen en sus quinielas a formaciones localistas. «¿Cuándo ha sido Castilla y León una comunidad cantonalista?» , se ha preguntado desde Ávila el líder nacional de los populares. «Ir cada uno a los suyo es sinónimo de falta de eficacia y fracaso», ha asegurado, por su parte, el presidente de la Junta, quien ha abogado por «un Gobierno fuerte con decisión , que no ceda a chantajes y no tenga ataduras con separatistas y populistas. Tenéis que estar mas unidos que nunca al PP», ha señalado.

Unas palabras que no pasaban precisamente desapercibidas en el foro en el que resonaban: una tierra con un partido provincialista fuerte -Por Ávila- que fue una escisión del PP y que desde las Cortes, con el procurador que obtuvo en los anteriores comicios, ha estado en el foco del debate en torno a la convocatoria de elecciones por las negociaciones de la formación con Ciudadanos, que los naranjas y el partido abulense siempre han calificado como públicas pero que los populares consideraron una «traición» llamando a dos millones de castellano y leoneses a las urnas para repetir el examen de hace dos años y medio. En la elección de papeleta abogan por «silenciar el populismo y acabar con el odio y el rencor del localismo», ha defendido el presidente del PP de Ávila, Carlos García.

«No necesitamos que nadie venga a decirnos qué necesita Ávila» , ha insistido Mañueco, que aprovechaba su turno de palabra para hacer un recopilatorio de logros de su gobierno con la provincia -ha reivindicado la Unidad de Radioterapia de Ávila como «compromiso y apuesta» de PP- y una serie de promesas, entre las que se cuela el helipuerto, histórica reivindicación de Por Ávila, que pide celeridad en su ejecución a la Junta. Y aunque la plaza era importante y el reto de aglutinar el apoyo bajo sus siglas en este territorio tiene especial relevancia, los populares extendían el planteamiento a toda la Comunidad. «Hay que concentrar el voto», i nsistía el candidato.

Una idea que reforzaba Casado asegurando que «todo lo que no es PP beneficia a Sánchez». «Unos le apoyan y otros le hacen un servicio fracturando el voto del centro-derecha» . Se refería principalmente a Vox -con una llamada a «ensanchar la centralidad» y «no» recurrir a los «extremos»- y al «provincialismo», ante el que se preguntaba: «¿Qué resultado ha dado?».

En todo caso, Fernández Mañueco ha defendido su gestión al frente del Ejecutivo autonómico como aval para recibir el apoyo de los electores el próximo 13 de febrero y ha incidido en contraponer su papeleta con el «sanchismo». En esta línea, ha apuntado que está en «juego qué papel queremos para Castilla y León en España: ser una marioneta en los juegos de Sánchez o ser una comunidad referente para el país con un proyecto de futuro, modernidad y progreso».