Política

El PP de Medina se «lía»

Dimiten el portavoz y una edil tras ser «pillados» por el marido de ella y protagonizar un cruce de denuncias

El popular Eduardo Marcos, en un acto del partido ICAL

I. J.

A modo de tirita o punto de sutura de urgencia para intentar contener la hemorragia abierta en el Partido Popular de la localidad vallisoletana de Medina del Campo , su portavoz en el Ayuntamiento de la Villa de las Ferias, Eduardo Marcos , comunicó ayer su decisión de presentar su «dimisión irrevocable». Lo hacía después de la nueva crisis abierta en el seno popular medinense a cuenta de un supuesto escándalo en el que se vio implicado el propio Marcos, cabeza de cartel en las elecciones municipales del pasado 24 de mayo, y la también ya exedil Alicia Ladoire , quien renunció a su acta un día antes por «motivos personales». Ambos fueron «pillados» por el marido de ella la semana pasada en el interior de un vehículo a las afueras de la localidad, lo que derivó en una denuncia contra él por parte de Marcos por agresión y en otra más, luego modificada, de su pareja por maltrato psicológico.

Según dio a conocer ayer Eduardo Marcos a través un comunicado, su decisión de dejar el cargo en el Ayuntamiento, así como su puesto en la Diputación Provincial de Valladolid , es por «dignidad personal». Justifica su paso atrás también en «el deseo de quien constituye el eje central de mi familia hoy han de anteponerse a los deseos de servicio a los demás desde la política, más si cabe, cuando en política no hay nadie imprescindible».

La gestora que está al frente de los populares medinenses exigía la marcha de los concejales

Una dimisión que llega en el tiempo de descuento marcado por la gestora que rige el partido, que dio un plazo de 72 horas a Marcos y Ladoire para dejar sus cargos. De lo contrario, la gestora en bloque presentaría su baja en el PP y al menos tres concejales, también, pasando a formar parte del grupo de ediles no adscritos y dejando a los populares con cinco representantes. La dimisión, de momento, debe frenar la nueva crisis abierta en un partido, que desde que en 2011 se vio apeado del poder en el Ayuntamiento no termina de enderezar la cabeza.

Polémica designación

La designación de Eduardo Marcos como candidato no sentó bien en todo el seno popular medinense. Si ya estaba fracturado y fragmentado, su elección por parte de la dirección provincial agrandó la grieta. Y este caso, que unos intentaron dejar en el lado personal, pero otros lo han derivado el público y político, ha incidido en la herida del PP en el tercer municipio más poblado de la provincia de Valladolid.

Eduardo Marcos fue elegido en enero candidato al 24 de mayo en sustitución de Crescencio Martín, quien había renunciado a volver a presentarse tras verse apeado de la Alcaldía en 2011, pese a ser el partido más votado, pero sin mayoría absoluta. Su juicio entonces pendiente por prevaricación por la adjudicación de una rotonda por la que ha sido inhabilitado temporalmente para cargo público, propició un relevo que no ha cuajado. Marcos destacó que, «supeditada» al consentimiento de su mujer y su hija, tomó la decisión de entrar en política «con orgullo e ilusión a trabajar por mis vecinos defendiendo mis ideales, un partido y un modelo de sociedad». Según dijo, ahora, los acontecimientos ocurridos «en el ámbito del más estricto círculo privado y la repercusión pública que los mismos han alcanzado han hecho que algo haya cambiado». De ahí, su decisión de renuncia «irrevocable».

En su comunicado, en el que recurre a varias citas sobre la dignidad, agradece el apoyo de sus compañeros concejales, diputados, el presidente provincial del partido, Ramiro Ruiz Medrano, y a sus «verdaderamente» amigos.

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