Elecciones autonómicas
El PP marca también sus «líneas prioritarias» para negociar un pacto con Cs en Castilla y León
El desarrollo del mundo rural, la calidad de los servicios públicos, la bajada de impuestos y la creación de empleo, entre las condiciones para pactar
El PP de Castilla y León se lanzó ayer a reivindicar el diálogo y el acuerdo en la Comunidad que hagan posible «una mayoría moderada, de centro derecha para huir de los radicalismos». El destinatario de estas palabras no era otro que Ciudadanos, formación a la que el presidente autonómico de los populares y candidato a la Presidencia de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, solo nombró una vez durante el discurso que pronunció ayer en la clausura de la Junta Directiva Autonómica. Y lo hizo para recordar al partido de Rivera y a su candidato a la Junta, Francisco Igea, que «Cs ha venido haciendo una valoración positiva del cumplimiento del pacto la pasada legislatura». Así, recordó cómo, entonces, con la formación naranja se llegó a acuerdos «para la investidura, para la gobernabilidad, para aprobar los presupuestos y para la regeneración democrática».
Durante su intervención en la sede autonómica, el candidato la Presidencia de la Junta, instó a «construir con otras fuerzas políticas un gobierno respondiendo al mandato que nos han dado las personas: una mayoría de centro derecha». Frente a ello llamó a evitar que «gobierne la izquierda que apoya el independentismo». «Desde Castilla y León no podemos ser colaboradores de ese plan. Tudanca es sanchista. Evitemos que el sanchismo llegue a Castilla y León», afirmaciones que fueron recibidas con aplausos por los dirigentes del PP que llenaban el salón de la sede autonómica. También habló de «un gobierno innovador, renovado y diferente», para, en ese proceso de diálogo, «buscar la eficiencia en la administración y eso implica remodelarla para eliminar lo que sea ineficiente».
Una negociación, siempre pensando en Ciudadanos aunque sin pronunciar su nombre, en la que son condiciones irrenunciables la defensa de los símbolos nacionales y de la Monarquía Parlamentaria, del castellano como lengua vehicular y común y el apoyo al artículo 155 de la Constitución. Mañueco, además, enumeró las tres líneas prioritarias que deben marcar un acuerdo de gobierno: el desarrollo del mundo rural, la calidad de los servicios públicos y la bajada de impuestos y la creación de empleo. Con estos mimbres, el candidato popular apeló al «diálogo para gobernar desde la moderación y la sensatez, que garantice estabilidad y genere un clima de confianza necesario para crecer social y económicamente» .
Fernández Mañueco extendió el diálogo a otras fuerzas políticas, a los agentes sociales y empresariales y a las administraciones locales. «Defendemos un gobierno innovador y renovado», señaló, para concluir después que «lo mejor está por llegar. Hagámoslo juntos y demos la espalda a la radicalidad».
«Una roca»
En el primer encuentro que el PP celebró tras las elecciones municipales y autonómicas del 26 de mayo, Fernández Mañueco felicitó a los suyos por «haber estado a la altura y ser un ejemplo para el resto de España». «Nos hubiera gustado que los resultados fueran mejores pero el partido ha sido y es una roca», señaló, y los achacó a «la fragmentación del voto y la unificación del voto de la izquierda».
Algunos dirigentes del PP lamentaron ayer que durante la intervención de su líder no se hiciese demasiada autocrítica por los resultados, y que tampoco la hicieran los presidentes provinciales del partido, -cuatro de ellos culparon a la dirección nacional-. Mañueco sí reconoció que «la realidad es tozuda» y apostó por un «camino de cambio, un espacio de centralidad y moderación». «El domingo pasado se ha votado pacto y tenemos la obligación de dialogar»,puntualizó
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