Miriam Andrés - Tribuna libre

El poder de legislar desde la oposición

«El PSOE ha tenido que tomar una decisión muy difícil para la organización y que es imposible explicar»

MIRIAM ANDRÉS PRIETO

Aquella frase que atribuyen entre otros a Maquiavelo, Bismarck o Churchill de que «la política es el arte de lo posible» cobra a mi juicio plena vigencia en el escenario actual.

Dos elecciones generales, dos investiduras fallidas y un Gobierno que lleva más de 300 días en funciones. Se trata, sin duda, de una situación excepcional y novedosa de nuestra joven democracia. Como excepcional pues, es nuestra obligación visualizarlo y actuar midiendo las consecuencias de nuestros actos.

El PSOE ha tenido que tomar una decisión muy difícil para la organización y que es imposible explicar, por más que se empeñen algunos en 140 caracteres, debido tanto a su importancia como a su complejidad.

Tampoco es jugar limpio ni con los militantes ni con nuestro electorado si identificamos la solución tomada con el debate orgánico o si nos quedamos únicamente en el terreno de las emociones.

El PSOE no se quedó en el terreno emocional cuando en Marzo de 2009, nuestro compañero Patxi López firmó un acuerdo de Gobierno con el PP vasco; todos entendíamos que se trataba de un momento excepcional y que tanto ese momento como las circunstancias del País Vasco requerían una solución excepcional.

De igual forma, el PSOE no se quedó en el terreno emocional cuando en Diciembre de 2010, el Sr. Artur Mas, líder de la entonces Convergencia i Unió, que poco tiene de izquierda, fue investido Presidente de la Generalitat de Cataluña gracias a la abstención del PSC.

No es de recibo, por lo tanto, simplificar ni el debate ni las posibles consecuencias de las alternativas existentes en un momento tan excepcional para nuestro país; no es de recibo porque compartamos o no la decisión tomada por el Comité Federal todos los que pisamos mucho la calle sabemos que una mayoría aplastante de ciudadanos y ciudadanas no quiere ir a votar por tercera vez en menos de un año. No debemos ni podemos olvidar que la ciudadanía ha acudido dos veces ya a las urnas, y que en la segunda ocasión, después de que el PSOE hubiera intentado formar un Gobierno alternativo al PP que frustró Podemos, la ciudadanía respaldó aún con más fuerza a la derecha.

El pasado domingo 23 de Octubre en Ferraz se elegía entre terceras elecciones o una abstención que permitiera al partido más votado la investidura, y por ende, el desbloqueo de la situación política del país para poner en marcha la Legislatura y para que las Instituciones recobren la normalidad.

El resultado ya es por todos conocido y, en mi opinión, coherente con el papel que históricamente hemos venido desempeñando en nuestra democracia constitucional. Un papel que ha propiciado que el PSOE sea percibido por la gran mayoría de personas como un partido responsable, capaz de hacerse cargo de las Instituciones de este país de sus aspiraciones y necesidades, unas veces desde el gobierno, otras desde la oposición.

A los compañeros y compañeras que se han mostrado estos días a favor de las terceras elecciones, he escuchado como argumento central el peso de nuestras convicciones como socialistas. Son, de hecho, esas firmes convicciones socialistas las que nos tienen que llevar a actuar ya, desde donde nos colocaron las urnas para acabar parlamentariamente hablando con la obra política que Rajoy ha construido en su etapa de mayoría absoluta; porque no es verdad como decía Pablo Iglesias que en nuestro país la capacidad legislativa esté mermada, el poder legislativo, legisla, y con la mayoría suficiente, que la hay, se pueden modificar muchas de las leyes que estos años tanto dolor han causado a millones de españoles y españolas.

Podemos -como dice la resolución aprobada en nuestro Comité Federal y así vamos a hacerlo- alcanzar ciertos objetivos inaplazables para el PSOE que defenderemos ante un Gobierno en minoría y ante el conjunto de las fuerzas políticas. Entre esos objetivos inaplazables están: la derogación de la reforma laboral cuanto antes, o la urgente convocatoria del diálogo social para abordar también cuestiones como el SMI y la situación de los parados de larga duración, entre otras.

La convocatoria del Pacto de Toledo para abordar el presente y futuro de las pensiones. La reforma constitucional para afrontar los desafíos en la vertebración territorial de España. La puesta en marcha de medidas para desterrar la corrupción de las Instituciones. La derogación de la LOMCE y la apuesta por un gran Pacto de Estado por la Educación. La recuperación de los derechos perdidos por las mujeres y de las libertades y derechos de ciudadanía eliminados por la denominada «Ley Mordaza», así como la recuperación de la Sanidad Universal y de un sistema de dependencia dotado económicamente.

Estas reformas legislativas suponen para los socialistas el eje central de la labor que inmediatamente y desde el primer día después de la investidura realizaremos desde una oposición firme y constructiva, porque las leyes se cambian en el Parlamento no rodeando el Congreso.

Para esto, finalmente es necesario actuar como el partido que somos, un partido de mayorías, serio, un partido que se quiere, y por lo tanto respeta sus órganos de dirección y sus normas internas, en el que no puede caber distintas

posiciones dentro del Grupo Parlamentario, y mucho menos en una cuestión de estrategia política (que no de conciencia) y de interés social como es un debate de investidura.

Estoy convencida de la sensatez y responsabilidad de quienes tienen el honor de representar nuestras siglas en las Cortes Generales, convencida de la democracia representativa por la que el PSOE siempre ha apostado. Su papel será decisivo para el comienzo de un nuevo tiempo tan necesario para el PSOE como para nuestro país.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación