«Ya podemos decir que somos millonarios, con lo difícil que es»
Algunos de los 14 amigos de Mayorga (Valladolid), ganadores de un premio de 144 millones, aún piensan en cumplir con sus «compromisos» laborales
Ángel Iluminado Alonso sigue trabajando este miércoles detrás de la barra del bar Central de Mayorga (Valladolid) . Nadie podría imaginar que es uno de los catorce agraciados con los 144 millones que el Euromillón ha dejado en esa pequeña localidad vallisoletana, que respira alegría, aunque contenida, por ese cuantioso premio repartido entre un grupo de amigos, que, pese a todo, en algunos casos no piensan en dejar aún de trabajar y sí en cumplir con los compromisos que ya tienen adquiridos.
Fue el propio Ángel el que hizo el boleto con números que le fueron viniendo a la cabeza «al tún-tún», salvo en el 23, el día de su cumpleaños, y el 12, porque un buen amigo siempre lo marcaba. En total jugaron tres apuestas múltiples y una de ellas, (por 180 euros) fue la agraciada. Cada uno aportó 15 euros y la suerte ha hecho que se hayan transformado en más de 7,8 millones , que es la cantidad que recibirá cada uno, según los primeros cálculos y una vez descontado el «pellizco» que se lleva hacienda.
No olvidarán los catorce amigos la fortuna que han tenido porque, además, no son jugadores habituales, sino que sólo se animan a hacerlo cuando existe un bote que merezca la pena. De hecho, desde que finalizó el confinamiento esta era la segunda vez que decidían probar suerte para hacerse con un premio que les permitirá vivir sin preocupaciones aunque, de momento, no son capaces de pensar cuál va a ser el destino de tan cuantiosa suma.
Entre los agraciados están cuatro hermanos que regentan el centenario hotel restaurante «El Madrileño» del municipio,que este mismo domingo tiene programado un banquete para celebrar unas Bodas de Plata y que piensan servir porque «es mi obligación; no vamos a dejarles tirados», asegura Almudena Sixto Fernández , una de las premiadas y cocinera en el restaurante. De momento, lo único que pide es «descansar», confiesa, tras unas semanas muy difíciles con la reapertura del negocio tras el estado de alarma.
Tampoco dejará su panadería José Caramanzana . «De momento voy a seguir hasta septiembre porque no puedo dejar tirada a la gente », afirma, aunque luego lo piensa un poco mejor y ,«por lo bajinis», reconoce que no volverá a subirse a la furgoneta con la que recorre a diario los municipios próximos a Mayorga repartiendo pan y con la que llegó a la plaza en la que se encuentra el bar Central haciendo sonar estrepitosamente el claxon.
Tampoco tiene muy claro su futuro Marcos Pérez, propietario Cárnicas Mahejo , una empresa que esta inmersa en un proyecto de ampliación pero a la que el estado de alarma y la caída del precio del lechazo supuso un duro golpe. Sin embargo, «ahora sí que podemos decir que somos millonarios, con lo difícil que es», exclama, al tiempo que no descarta seguir invirtiendo en la zona.
Tarsicio Magdaleno (padre del alcalde del municipio) es el único que parece haber hecho planes ya como millonario de este municipio de Tierra de Campos. Supo del premio pasadas las diez de la noche, cuando estaba de guardia como conductor de una ambulancia de Ambuibérica. Aguantó hasta las nueve de la mañana y, a partir de ese momento, dijo a su esposa que no lavase el traje de faena porque ya no lo iba a necesitar. Le quedaban solo ocho meses para jubilarse así que no cumplirá con ese plazo. De momento, se dará el «capricho» de comprarse un Mercedes –«Mi padre se lo dio pero ya muy tarde»- y pagar la hipoteca de la casa, «que está a medias». O, mejor, comprar una nueva. Eso sí, en Mayorga.
Un municipio al norte de la provincia de Valladolid, el último antes de entrar en León, que cuenta con 1.500 habitantes. Con una actividad agrícola y ganadera, fundamentalmente, los servicios ocupan también a buena parte de sus habitantes, al tratarse de uno de los núcleos de población más grandes de la zona. Su alcalde, Alberto Magdaleno , reconoce sentir una doble alegría: porque «el premio se ha obtenido en la administración de aquí, en un bar histórico» y porque se ha repartido entre gente de Mayorga. «Es una lluvia de millones para un municipio pequeño y eso se tiene que notar», asegura. Admite, no obstante, su temor a que algún negocio se pueda cerrar porque así lo decidan los agraciados, aunque siempre quedaría la opción de los traspasos.
El champán corre este miércoles entre los premiados aunque más por cumplir con la tradición y que se plasme en una imagen que por convencimiento . Hay alegría en el municipio terracampiño, sí, pero sin excesos. A las siete y media de la mañana el boleto premiado ya estaba depositado en una de las cuatro oficinas del pueblo. Desde la noche anterior, aseguran Almudena y Tarsicio, los teléfonos con llamadas de responsables de oficinas bancarias no dejaron de sonar. El premio ya está a buen recaudo y sin salir de Mayorga , una localidad que se ha despertado como cualquier otro día, sin que nada hiciese presagiar que entre sus vecinos había 14 millonarios. Solo la plaza de España, que acoge la torre del Salvador, el Ayuntamiento y el bar Central, daba alguna pista: cámaras, micrófonos y periodistas alrededor de los agraciados que aún no eran muy conscientes de su nuevo estatus económico.
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