Gastronomía

Los platos que inspiraron a Cervantes

Diferentes restaurantes de Castilla y León han creado tapas basadas en elaboraciones que aparecen en los libros del escritor

Manjar Blasco de Buñuelos, del 5 restaurante de Ávila ABC

I. T.

En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, además de aventuras y locuras, se degustaban buenas y ricas viandas, acorde con la época en la que se vivía. No, el relato de Don Quijote de la Mancha no ha cambiado en absoluto, y menos su archiconocido inicio. En cambio, no se puede decir lo mismo de los alimentos que aparecen en ésta y otras novelas de escritor Miguel de Cervantes. Y es que con motivo del IV Centenario del fallecimiento del literato, la Junta de Castilla y León, junto con diferentes restaurantes de la Comunidad, ha puesto en marcha la propuesta gastronómica Tapa Cervantina, que mezclará los buenos productos de la región con la cultura de los libros del escritor.

Así, uno de los ejemplos es Manjar Blasco de Buñuelos, una tapa basada en lo escrito en el Quijote y creada en el 5 restaurante de Ávila por el cocinero Pedro G. Matos. Se trata del primer amago de croqueta que hubo en la historia. Es una elaboración hecha con bechamel, harina de arroz, leche de almendras, agua de rosas y, en el relleno, pechuga de polla, que, aunque suene mal, «es más fina y más jugosa que la de polla».

Pincho de hojuelas con requesones, del restaurante La Brasería de San Rafael (Segovia) ABC

El rincón de Casa Antonio, en Zamora, ha realizado la tapa «Palomino». Basándose en la receta, que llevaba el plato principal, pichón, además de tocino, ajo, cebolla, pimienta y perejil, han hecho todo por separado, para que la gente lo vea por separado, para juntarlo luego en el plato. Además, con los higaditos han hecho una especie de paté, que lo juntan con el tocino y queda una crema muy suave. Un plato que, según apuntan desde el restaurante, está teniendo «muy buena acogida entre el público».

Desde Alba de Tormes, en Salamanca, el restaurante Don Fadrique ha elaborado una tapa sacada del Quijote, llamada «Duelos y Quebrantos». En la época del Quijote existía una bula por la cual los sábados no se podía comer carne, excepto de aquellos animales que habían muerto por alguna extraña circunstancia o quebranto, con lo que aprovechaban las vísceras y era la única carne que se podía comer. A partir de ello, Don Fadrique ha elaborado una tapa que tiene como ingredientes huevo, sesos, riñones y corazón.

Por último, y como no podía faltar un buen postre, La Brasería de San Rafael, en Segovia, ofrece «Hojuelas con requesones», una elaboración con la receta original de las hojuelas de Castilla y León con un requesón casero de limón y una ralladura de lima y unas perlas de limón para potenciar el sabor.

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