Plan de museos

El Museo Nacional de Escultura incrementa la magnífica colección este mes de enero con obras de Berruguete, Salcillo y un pequeño relieve enmarcado, anónimo y del siglo XVI. Esta adquisición del Ministerio engrandece los fondos museísticos y significa la importancia que le otorga el titular del Museo. Pese a este y otros esfuerzos, no muy lejos queda la remodelación, Valladolid sigue viviendo de espaldas a su Museo y no se le concede la importancia debida como lugar de destino de expediciones turísticas. Es cierto, que las dimensiones del mismo y la falta de recursos para mantener abiertos otros edificios expositivos del Colegio San Gregorio y de su entorno con obra almacenada o exposiciones temporales (se organizan algunas muy buenas, sin la correspondiente repercusión), restan atractivo a posibles visitantes profanos.

El repaso por otros museos de la ciudad conduce al desaprovechado Museo del Patio Herreriano, con una estimable colección de arte contemporáneo, de titularidad municipal, o al ignorado Museo de Santa Ana, de titularidad privada, cerrado en estos meses por falta de presupuesto, que pocos vallisoletanos conocen o incluso saben que exhibe tres cuadros de Goya, además de otras piezas y la capilla proyectada por Sabattini. Pese al excelente nivel de estos y otros museos, las administraciones no se plantean poner en valor la fuerza museística de la ciudad (les compete como rectores de Cultura, aunque les guste más la promoción de eventos). Sería deseable iniciar esa senda de diálogo que la sociedad demanda y en beneficio de cultura para todos; de atender a los Goya, que serán recibidos en la consejería de Cultura después de un año de espera; y pasar del postureo a la acción en el ayuntamiento.