Piden investigar a una madre que «manipuló» a su hija para denunciar abusos y privar al padre de la custodia
Ningún profesional da veracidad a los supuestos tocamientos por parte de un tío de la menor que la propia niña, de tres años, negó a su progenitor
En noviembre de 2018 una madre denunciaba que su hija de tres añitos había sido víctima de abuso por parte de su tío, que le habría efectuado tocamientos cuando la niña iba a su casa para jugar con sus hijos, primos de la menor. Las palabras de la madre despertaron todas las alertas. Sin embargo, a medida que avanzaron las indagaciones, el equipo psicosocial tuvo claro que «los hechos no habían ocurrido» y que la niña «había sido claramente manipulada e inducida a decir» que sí. Dos años y medio después, la Audiencia Provincial de Valladolid ha absuelto al acusado y solicitado que se la investigue a ella por una presunta denuncia falsa que se cree que habría estado motivada en privar a su ex marido de la custodia compartida.
La Sala considera probado que la progenitora presionó a la menor para que dijera que el acusado, casado con una hermana de su ex y tío de la niña, le «había tocado el culo y el totete» y «que a ella no le gusta y le hace daño» con la única finalidad de interrumpir definitivamente la relación de la menor con su familia paterna. Y es que en juicio oral se probó que existe «un conflicto vivo, abierto, entre los progenitores respecto a la custodia» y que en los momentos de entrega de la menor él «lo hacía siempre acompañado de su madre, abuela de la menor, o provisto de grabadora y móvil, dispositivos en los que graba todo lo que sucede, por temor a las reacciones posteriores» de su ex.
Así lo defendieron en el juicio oral distintas testificales, que, en primer lugar, descartaron que el acusado tan siquiera estuviera solo con la menor, en su propia casa en ningún momento, ya que siempre había más adultos y que incluso uno de los días en los que se fechan los supuestos abusos él estaba trabajando fuera de la ciudad .
Los profesionales citados negaron también pruebas físicas de abuso. En primer lugar, una p ediatra explicó que se negó a realizarle esa exploración porque entendió que estaba siendo «utilizada» ya que «conocía sobradamente el conflicto que mantiene con el padre de la menor, y porque entiende que, sí da credibilidad a lo que le ha contado, lo que debe hacer no es acudir a su consulta con excusas para solicitar un informe». Al no aceptar esta sanitaria, acudió otro día a urgencias por un enrojecimiento que observó en los genitales externos de la menor, que el médico que les atiende alega que pueden deberse a causas variadas, y, en todo caso tienen una vigencia de, como mucho, 72 horas antes, pero esto ocurre doce días después del supuesto abuso.
Por último, los informes psicológicos mantiene que no se observó en la menor trastorno alguno, trauma o estrés , y que el relato de la niña presenta muchas incoherencias, con lo que estima que puede estar inducido. «Ningún profesional observa indicios de veracidad», señala el fallo.
La única prueba sería dos grabaciones aportadas por la madre, en el que la niña contaría los hechos a preguntas de su progenitora en un relato que «no es libre y espontáneo y está plagado de contradicciones»; y por el padre, en la que la niña dice «que no quiere defraudar a su madre, que le ha dicho que tendrá que elegir entre ella o su padre, y ella no quiere elegir». Le dice a su padre: «Es mamá la que lo dice, no es verdad, me graba y me siento mal, porque no quiero que ella se enfade…».
«No es que, al ser muy pequeña no sepa dar detalles o, al no entender el alcance sexual de los hechos, no se sienta angustiada o atemorizada, lo que evidencia el equipo psicosocial y así lo dice expresamente en juicio oral, es que los hechos no han ocurrido, no son ciertos, la menor ha sido claramente manipulada».
En vista a ello, se ha absuelto al tío de la pequeña de un delito de abuso sexual y se ha deducido testimonio por denuncia falsa contra la madre, a la que durante el proceso se le advirtió de que el mismo «podría estar perjudicando gravemente a la menor y se le conminó a no continuar con ello y ella hizo caso omiso». Asimismo, se acuerda enviar la sentencia a los Servicios Sociales a fin de que se efectúe evaluación sobre la relación de la menor con su madre, una vez firme el fallo.
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