Educación
Pequeños guardianes del medio ambiente
Alumnos del Colegio Santa Trinidad de Zamora limpian los paseos ribereños del Duero dentro de un programa didáctico
Se autodenominan Los Guardianes del Duero y a esa patrulla medioambiental se ha sumado, de una u otra manera, toda la comunidad educativa del colegio Santísima Trinidad de Zamora . Este centro docente concertado ha aprovechado que se sitúa muy próximo al río Duero, en el barrio de Pinilla, para implementar este curso un programa medioambiental que incluye desde salidas para limpiar los paseos ribereños urbanos de la margen izquierda del río hasta un exhaustivo control de los residuos que generan los alumnos y sus familias.
Esa vigilancia es tan estrecha que existe hasta una «ecopatrulla» formada por alumnos de quinto de Educación Primaria que supervisa las acciones que se llevan a cabo para reducir residuos y controla el bocadillo o el almuerzo que lleva cada alumno para comer a media mañana. El objetivo es reducir el volumen de plásticos que se generan en el recreo y acabar también en la medida de lo posible con el material orgánico de desecho para tender hacia un horario de patio de «residuos cero». Pero las acciones que desarrollan para mejorar el medio ambiente en este centro a través del proyecto Los Guardianes del Duero van mucho más allá y llegan incluso hasta hacer un control periódico de la calidad de las aguas del río para advertir de cualquier anomalía.
El director del colegio, Luis de Mena, explica que el proyecto nació el curso pasado, en el que se diseñaron las actividades propuestas, aunque algunas de ellas, como el análisis de aguas se efectúa desde tiempo antes. Los alumnos de tercero y cuarto de ESO se encargan de esa labor para observar la evolución de diferentes parámetros indicativos de la calidad de las aguas del río.
Controlan el bocadillo del colegio para reducir residuos
El proyecto Los Guardianes del Duero, que tendrá continuidad el próximo curso, permitirá a este colegio obtener el sello de centro medioambientalmente sostenible. En la iniciativa están involucrados los 315 alumnos de este colegio vicenciano, desde primero de Primaria hasta cuarto de ESO, con diferentes actividades acordes a cada curso y cada asignatura. También está involucrado todo el profesorado y la asociación de madres y padres de alumnos del centro.
Concursos de dibujo y poesía, juegos de concienciación medioambiental o charlas sobre economía circular o reducción de residuos son algunas otras acciones que a lo largo del año escolar muestran la concienciación ecológica del centro. También se ha contado con el apoyo de la Concejalía de Barrios y Participación Ciudadana de Zamora para pintar un gran mural en la parte trasera del colegio que se proyecta como una extensión de las riberas del Duero hacia el barrio de Pinilla. Pero sin duda, una de las acciones más mediáticas es la recogida de residuos que los escolares realizan tres veces a lo largo del curso. La segunda de ellas se efectuó el pasado día 3 de marzo, con motivo de la celebración del Día Mundial de la Naturaleza.
Un centenar de escolares de segundo de Infantil, quinto y sexto de Primaria y tercero de ESO recorrieron la margen izquierda del río a su paso por la ciudad para, provistos de peto, guantes y de bolsas biodegradables, recoger los residuos que vieran. En total llenaron ocho bolsas grandes de basura de quince litros cada una, lo que supone un volumen de 120 litros de basura recogida. Principalmente retiraron plásticos y papeles pero también, como hechos anecdóticos, dos tapacubos y algunas piedras con dibujos de las que se esconden en el juego de rocas pintadas que se ha puesto de moda en la ciudad.
Un «pipican»
Luis de Mena explica que aunque el estado general de los paseos del río es bueno y no hay demasiados residuos, sí que se han encontrado los suficientes para realizar diversas propuestas de mejora que se elevarán al Ayuntamiento. Una de ellas, surgida de una reflexión entre los propios escolares, es la de habilitar un «pipican» debido a que se han encontrado gran cantidad de excrementos de perro en los paseos del río. La otra, colocar en papeleras y otros elementos de mobiliario urbano de la zona un logotipo de Los Guardianes del Duero con algún mensaje alusivo a que se trata de un espacio de especial vigilancia y cuidado medioambiental.