Fernando Conde - Al pairo
Muy peligroso
«Democracia, señor Garzón, es defender con la ley lo que las leyes -que nos hemos dado- dictan»
Esa es la expresión que ha empleado Alberto Garzón, uno de los líderes del comunismo en España, para criticar la detención de los dos titiriteros proetarras. Expresión a la que ha añadido un «estamos instalados en un clima de autoritarismo terrible e inaceptable», como si la protesta y el enfado más que lógico de unos padres indignados, la aplicación de la ley, la defensa de las garantías judiciales y el derecho a la información fueran demostraciones de autoritarismo. No, señor Garzón, autoritarismo es lo que ha impuesto siempre y en todo lugar la aplicación del comunismo como forma de gobierno. Así fue en la antigua Unión Soviética, así fue en China y en Camboya, y así sigue siendo en Cuba y en Venezuela, hasta que el antidemocrático Maduro acepte que la democracia y las urnas, que tan poco respeto le merecen, le han derrotado; si lo acepta.
Porque seamos serios y rigurosos, la lacra del fascismo como régimen autoritario, discriminatorio y homicida sólo ha sido igualada, y superada en muchos casos, por el comunismo aplicado, precisamente la ideología a la que usted representa y que usted defiende. Quienes estamos alejados por igual de la una y de la otra sentimos vergüenza ajena cuando alguien que representa a cualquiera de las dos, como es su caso, trata de dar lecciones de tolerancia democrática. Democracia, señor Garzón, es defender con la ley lo que las leyes -que nos hemos dado- dictan. Y si hacer apología del terrorismo -aprovechando además que los espectadores son niños- está penado por la ley, eso no es instalar ningún clima de autoritarismo, eso es simple y llanamente aplicar la democracia. Y lo que de verdad resulta entonces «muy peligroso» es que eso no sea capaz de verlo el líder de un partido que pretende ser parte del gobierno. Eso sí que es muy peligroso... para España.