Ocio
Paseo por bodegas centenarias
El municipio palentino de Baltanás acoge este fin de semana la Feria del Vino y el Queso, la excusa perfecta para conocer las «bondades» que ofrece al visitante la comarca de El Cerrato
Al sur de Palencia se encuentra la Comarca del Cerrato, que esta provincia comparte con otras dos: Burgos y Valladolid, aunque le corresponde a la primera el privilegio de tener su mayor extensión, más de 1.500 kilómetros cuadrados. De paisajes suaves y una gran cantidad de cerros, una población sobresale por encima del resto en la zona. Se trata de Baltanás, el municipio de mayor extensión desde el siglo XV y uno de los más atractivos de la comarca. Este fin de semana cuenta, además, con otro aliciente, ya que el municipio palentino se convierte en un marco idóneo para disfrutar de una escapada etnográfica y gastronómica.
Más de una veintena de productores de vino y queso se darán cita en una feria en la que no faltarán tampoco las degustaciones, los talleres demostrativos, la repostería y hasta alguna que otra sorpresa. La Feria del Queso y el Vino , que cumple ya su sexta edición, se convierte así en la excusa perfecta para visitar un pueblo mágico levantado sobre bodegas de hasta tres alturas. Un municipio en el que todo gira en torno al sector vitivinícola. Su estructura urbana y arquitectónica, sus puertas y sus fachadas configuran uno de los paisajes más singulares del país caracterizado por adaptarse a la forma de estas bodegas que sustentan a la localidad.
Un paisaje inspirador
Actualmente, y sólo en Baltanás, hay 374 bodegas . Se trata del conjunto excavado periférico más importante de Castilla y León, no solo por su extensión y número de estas «cuevas» tan características de algunas zonas del paisaje castellano, sino también por su buen estado de conservación y su antigüedad, pues se considera incluso la posibilidad de que fueran construidas con anterioridad al año 1543. Además, sus chimeneas dibujan en el horizonte de Baltanás un peculiar paisaje. Incluso hay teorías que aseguran que el gran arquitecto Antoni Gaudí pudo inspirarse en estas construcciones, en una visita al municipio palentino, para diseñar sus conocidas chimeneas de La Pedrera de Barcelona. Sea o no cierto,
este peculiar conjunto arquitectónico y paisajístico le ha valido -junto a las de Torquemada- el título de Bien de Interés Cultural con categoría de conjunto etnológico.
Distinciones al margen, recorrer esta zona situada en la parte superior del pueblo permite obtener una de las mejores vistas de Baltanás y de su valle. No es el único atractivo, ya que a pocos metros se encuentra el Museo del Cerrato Castellano. Instalado en el hospital de Santo Tomás, una construcción del siglo XVIII, dedica un espacio importante a la promoción de la despensa cerrateña, que tiene en el vino y el queso, protagonistas del mencionado certamen, sus productos estrella. Además, estas instalaciones serán la sede hoy de una degustación.
No obstante, estos no son los únicos manjares que harán las delicias de los visitantes durante su estancia en la comarca palentina. Hasta 148 empresas que trabajan bajo el paraguas de la marca «Alimentos de Palencia» ofrecen una amplia gama de productos naturales, tradicionales, artesanos y sobre todo de gran valor gastronómico, entre ellos la morcilla, la miel y la leche.
Más información
De ellos se puede disfrutar nada más poner el pie en la provincia. Precisamente, para impulsar su promoción y consumo, la Diputación ha puesto en marcha un punto de venta e información en la propia estación de tren de la capital. Un lugar en el que además de «degustar» la cultura palentina los viajeros podrán informarse de los recursos turísticos que ofrece la provincia.