26-J / CASTILLA Y LEÓN
Los partidos afrontarán las elecciones con listas casi idénticas y un escaño menos a elegir
La caída del censo hará que León pierda un diputado, y la Comunidad elegirá a 31 señorías
En una especie de «deja vu», vuelta a la casilla de salida y a sacar las urnas de nuevo cuando aún no las había dado tiempo a acumular mucho polvo después de estar sobre las mesas el pasado 20 de diciembre. El 26 de junio, otra vez jornada electoral después del fracaso de los partidos en su intento de formar Gobierno de la Nación tras el fragmentado hemiciclo dibujado con las surtidas papeletas de los ciudadanos.
Nueva cita electoral con muchas similitudes, pero que no llega a ser un calco de la vivida hace algo más de cuatro meses. Al menos en Castilla y León. Cambio de ejercicio y cambio de censo en vigor. La bajada de población que lleva padeciendo la Comunidad de nuevo desde que la crisis entró en barrena en la economía también tendrá su repercusión en las elecciones .
Y es que en lugar de los 32 diputados a elegir entre las nueve circunscripciones del 20 de diciembre se pasará a tener 31 actas en juego. ¿El motivo? Que en León se pierde un escaño . La bajada de habitantes lleva aparejada también la disminución de señorías a sentarse en la Carrera de San Jerónimo con acta por esta provincia de acuerdo a la Ley Electoral, que fija un mínimo de dos representantes por circunscripción y reparte los otros 258 de los 350 escaños que componen la Cámara Baja entre las provincias en proporción a la población y al cociente que da de dividir el censo y los sillones.
No es la primera vez que la Comunidad cede peso en un arco parlamentario en el que se estrenó con 35 señorías tras las elecciones de 1979, misma cifra que mantuvo en las de 1982. Ya en 1986 cayó a 34 y en las cinco citas electorales celebradas entre 1989 y 2004 entre las nueve provincias se elegían 33 diputados. En 2008 la pérdida de población de Soria llevó a esta circunscripción a quedarse con el mínimo de dos señorías y bajar a 32 la cifra de parlamentarios castellano y leoneses en el Congreso, cuantía mantenida hasta 2015. Sin embargo, el fracaso por intentar formar gobierno y la obligatoriedad de tener que celebrar nuevas elecciones hará que mengüe el número, esta vez en León.
Cuatro escaños
Esta provincia, en lugar de los cinco escaños a los que tenía derecho -los mismos que Valladolid- se quedará con cuatro, a igual nivel que Burgos y Salamanca. En el resto, salvo Soria, con dos, se eligen tres.
Esto hará que el reparto de escaños entre las distintas fuerzas políticas también varíe. Si entre las nueve provincias en diciembre el PP logró 17; el PSOE bajó a 9 y Podemos y Ciudadanos debutaron con tres cada uno, de repetirse el resultado, s ería la formación naranja la perjudicad a.
Ya en la cita de hace cuatro meses fue León la circunscripción de la Comunidad en la que hasta última hora más bailaron los datos, con un escaño en danza entre las filas populares y las de la formación de Albert Rivera. De acuerdo a la Ley D’hont para la transformación de papeletas en actas, los populares mantendrían los dos diputados que consiguieron en diciembre y PSOE y Podemos se quedarían con los otros dos .
Si los votos que depositen los ciudadanos dentro de un par de meses no varían mucho, la pérdida de un escaño por parte de Ciudadanos en León sería la única variación respecto a la cita de diciembre. Ni siquiera la posible coalición de Podemos e IU que en unos días decidirán las bases de ambos partidos de izquierdas parece que cambie el reparto de escaños, aunque hay provincias en las que el bloque morado y rojo podría adelantar al PSOE. Es el caso de Burgos, donde conseguirían sumar más apoyos que la formación de la rosa, aunque sin repercusión en el reparto de sillones, pues ya en las pasadas elecciones el PP se hizo con dos de los cuatro en juego por esta circunscripción y socialistas y Podemos se repartieron los otros dos.
También ganaría peso en Ávila y Segovia, convirtiéndose esta alianza en la tercera fuerza, por delante de Ciudadanos. En Valladolid y Zamora también se colocaría en el tercer puesto del pódium (con escaño en tierras vallisoletanas, pero sin él en las zamoranas), aunque a muy corta distancia -según los resultados del pasado mes de diciembre- del PSOE. En el caso de Valladolid, poco más de 2.000 votos separarían a los socialistas de la coalición de izquierdas . En Zamora, unas 3.000 papeletas más en un montón que en el otro.
Y si el reparto de escaños entre las distintas fuerzas no presentaría cambios salvo el obligado, donde tampoco parece que vaya a haber muchas variaciones es en las listas. Las imprentas casi podrán volver a reimprimir las papeletas que sacaron para los comicios de diciembre.
Sólo cambios obligados
En general, los grandes partidos, a ralentí en este periodo pondrán de nuevo la maquinaria a pleno rendimiento, aunque, en principios sin muchos quebraderos de cabeza respecto a los candidatos. No prevén variaciones más allá de las obligadas, como es el caso de Pedro Gómez de la Serna en el PP de Segovia.
De hecho, el secretario regional de los populares, Alfonso Fernández Mañueco, aunque dijo que «todavía es pronto» para avanzar en nombres, ya ha asegurado que su formación hará «muy pocas variaciones» en las listas electorales.
También el secretario autonómico del PSOE aseguró que las candidaturas en Castilla y León se mantendrán «salvo circunstancias sobrevenidas». «Yo creo que todos los compañeros que han tenido representación repetirán y confío en que pueda haber más», señaló. Caso distinto puede ser el de Podemos si finalmente cuaja la coalición con IU.