José Gabriel Antuñano - El callejón del gato
Pactos educativos
«Hablar de concertada significa creer en la libertad (de enseñanza y de los padres), de sostenibilidad mediante la subsidiaridad del sistema educativo»
Semana movida para un pacto educativo nacional en todos los niveles. En Segovia, reunión de expertos para mejorar la enseñanza universitaria. Tres temas sobre el tapete: envejecimiento del profesorado, falta de competencia investigadora y deficiencias en el gobierno de las universidades. Como siempre corporativismo y miedo para el análisis profundo: hablar de gobernanza universitaria sin acometer la corrosiva endogamia, es quedarse a medias; y no cuestionar el exceso de universidades, la duplicidad de títulos, el decrecimiento de alumnos en titulaciones y el bajo rendimiento de parte del profesorado, tanto en docencia como en investigación, es no querer ver la realidad o esconder las vergüenzas, no sea que alguno tenga soluciones traumáticas para un sistema instalado en la autocomplacencia. El resultado de los paños calientes, la baja nota de las universidades españolas en cualquier ranking internacional, deprimente para las de Castilla y León.
El pacto educativo en la enseñanza obligatoria encalla cuando se abordan asuntos donde la ideología cegadora pone la venda sobre los ojos de la sabiduría. El escollo de estos días, la enseñanza concertada. Hablar de concertada significa creer en la libertad (de enseñanza y de los padres), de sostenibilidad mediante la subsidiaridad del sistema educativo, de mejora en la calidad y de leal colaboración entre sector público y privado en un asunto trascendental y sensible. Pero ni el PP aborda a fondo esta cuestión (le falta conocimiento y compromiso, y lo ofrecerá como moneda de cambio); ni C’s se lo plantea por tactismo (marcar distancia con PP); ni PSOE lo admite por el decimonónico atrincheramiento ideológico de algunos dirigentes. Así los pactos embarrancarán.