Otro talante

Era un secreto a voces desde hace unos días, que la Fiscalía Anticorrupción tenía ultimado el sumario de las eólicas y que sólo quedaba la orden para su traslado al juzgado de Valladolid que entiende de la «Perla Negra». En el escrito filtrado, se concretan los delitos, se precisa el monto de las comisiones, casi 90 millones de euros, y se acusa a 21 personas, algunos exaltos cargos. Nada nuevo relevante en lo conocido ahora, lo que no quita gravedad, a lo destapado por la Agencia Tributaria. Sin embargo, lo llamativo ante esta información que la oposición ha tomado como bandera, han sido las tibias reacciones de los presidentes de la Junta y el PP. Las de Herrera, ajustado a su manual de estilo, colaborar con la Justicia, indignación personal y evidenciar que ningún imputado es miembro del Ejecutivo o del partido; pero nada de desatascar la comisión de investigación, porque es competencia de las Cortes.

Las declaraciones de Mañueco, poniendo el parche antes que la herida, endebles y escasamente políticas. Decir que «he hecho mi aportación contra la corrupción» por haber expulsado del partido a imputados o corruptos, como presidente del Comité de Derechos y Garantías del PP, es una obviedad en un aspirante a la Presidencia de la Comunidad, máxime cuando debía saber, mientras realizaba estas declaraciones referidas al caso Lezo, que las eólicas le pisaban los talones y que las investigaciones de las cajas serán la gota malaya en los próximos meses. El largo puente es probable que le haya servido para encontrar otro discurso y posicionamiento. El espejo a mirarse es Cifuentes y no el de los que aguardan que escampe, si de verdad desea ser presidente de la Junta y no quiere ser desgastado por la oposición antes de tiempo.