El otro candidato: un combativo médico metido a político
La defensa de la sanidad pública y la regeneración política son las banderas que enarbola Francisco Igea, convencido de los valores de Ciudadanos
Dicen de él quienes le conocen bien que se nota su educación en los Jesuitas -en su perfil de twitter se reconoce como un «creyente lleno dudas»-, por su talante más bien conservador pero que derrocha conciencia social. Médico de profesión -se licenció en la Universidad de Valladolid y es especialista en Aparato Digestivo- fue jefe de sección en el Hospital Río Carrión de Palencia hasta mayo de 2013, cuando cesó a petición propia. Pero, de una u otra forma, nunca ha abandonado la medicina porque ha sido ésta el principal argumento de su actividad política a la que llegó como militante de UPyD, organización en la que se presentó a un proceso de primarias, que perdió, para ser elegido candidato a la Junta. Después dio el salto a Ciudadanos de la mano del economista vallisoletano y cabeza de lista a las elecciones europeas Luis Garicano, con quien le une una profunda amistad, de forma que bajo las siglas de la formación naranja se presentó a las elecciones generales de 2015. Consiguió entonces ser diputado por Valladolid en el Congreso (el único parlamentario de Cs de la Comunidad), aunque en estos años convulsos de elecciones repetidas y gobiernos sin mayorías mostró en más de una ocasión su desencanto al ver cómo muchas iniciativas encallaban por falta de consenso.
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Lo cierto es que Francisco Igea es un convencido de la sanidad pública a la que defiende a capa y espada tanto en su faceta de parlamentario como de profesional y ciudadano, lo que le llevó a participar, a título personal, en la primera manifestación en defensa de la sanidad que se celebró en Valladolid en enero del pasado año. Con el consejero del ramo, Antonio María Sáez Aguado, ha tenido más de un enfrentamiento. No ha ocultado, incluso, que le gustaría hacerse con la cartera de sanidad si Ciudadanos entrase en el Gobierno de la Junta.
Activo parlamentario
En el Congreso, donde se ocupa de los temas sanitarios, ha sido durante la legislatura que está a punto de terminar uno de los parlamentarios más activos y a él se deben iniciativas como la Ley de Muerte Digna, aprobada por el Congreso, aunque pendiente del Senado, y que el propio Igea ha calificado como «la primera ley sanitaria de Ciudadanos», ya que hace hincapié en el derecho de los enfermos a recibir cuidados paliativos de calidad. Precisamente, las intervenciones del político vallisoletano en el Congreso, gracias a su locuacidad y su palabra fácil, han permitido no pocos momentos de gloria, como cuando respondió a la diputada de Unidos Podemos, Marta Sibina: «El día que llegue mi hora, me gustaría tener a una enfermera como usted, pero una ley como la mía». Rechazaba así su propuesta de eutanasia activa para defender la ley de Ciudadanos. Y es que a su verbo fácil se une su buena prosa, lo que le lleva a ser columnista habitual en diferentes medios.
Se abre ahora un nuevo capítulo para Francisco Igea, con el que no contaba, porque su deseo inicial era mantenerse como diputado, aunque su nombre ha sonado reiteradamente para ser el candidato a la Junta por la formación naranja. Sin embargo, la sorprendente dimisión de Silvia Clemente le ha empujado a dar un paso al frente para defender la regeneración política que, asegura, enarbola Ciudadanos y que cree que se vería seriamente comprometida con la política segoviana. «Ganar es importante, sin duda, pero mucho más importante es el saber por qué peleamos», escribió ayer en Facebook.