Otra vez listas

Parece un hecho que los partidos políticos se aferran a la continuidad ante las elecciones del 26 de junio. Todos aspiran a mejorar pero pocos están dispuestos a cambiar sus candidatos, salvo los casos estrictamente imprescindibles. El más llamativo y polémico es el del exsecretario regional del PSOE, Julio Villarrubia, propuesto de forma abrumadoramente mayoritaria por su partido para encabezar la lista en Palencia, ante la sordera del partido en Madrid que apuesta por Mariluz Martínez Seijo, en una demostración del poco respeto que se da a las primarias cuando éstas no respaldan al aparato. Villarrubia se siente legitimado por las bases y reclama que se las escuche, mientras Luis Tudanca, el actual secretario general del PSOE en Castilla y León mira para otro lado, deseando que pase todo lo antes posible. El seguidismo oficial parece que tiene las horas contadas en la política española, pero mientras llega su final los aparatos de los partidos lo mantienen con una increíble devoción.

En el PP cambian a Gómez de la Serna en Segovia, porque ahora si que pueden soltar lo que consideran un lastre y cambiarán también por enfermedad a Manuel Cobo en León, a quién parece que puede sustituir un histórico de la política leonesa, Mario Amilivia, posible rehabilitado para la vida del partido en el nuevo tiempo que abrió la desaparición de Isabel Carrasco. Nada se habla de la presencia de Javier Iglesias en la lista del Senado en Salamanca, una inclusión que el 20 de diciembre causó serio disgusto en sectores del PP en Castilla y León y todo indica que volverá a repetir, manteniendo el multicargo que cada vez se entiende menos en la política actual.

León pierde un escaño por población y en Ciudadanos buscarán como compensar esta pérdida que parece que les afectará directamente. Por último falta por saber si tendrá efecto positivo para ellos el pacto Podemos-IU, que tiene al alcalde de Zamora como uno de sus más fervorosos detractores.