Artes&Letras / Música
La OSCyL no se rinde
El Abono de Invierno de la OSCyL en el Centro Cultural Miguel Delibes supondrá el regreso de las grandes sinfonías, directores y solistas: estrellas internacionales como la pianista Yuja Wang y la violinista Akiko Suwanai y maestros como Michel Plasson y James Conlon
Así es, la OSCyL no se rinde, no. Y su público tampoco. Muy al contrario, la agrupación inaugura el 2021 presentando batalla a la adversidad con más orquesta y lanzando un abono de invierno que suma seis conciertos de una calidad extraordinaria, un logro que, dadas las circunstancias, nos parece casi un milagro. Resulta muy gratificante ver a los abonados haciendo cola en las taquillas del auditorio, y no ha de extrañarnos: solistas internacionales, estrellas como Yuja Wang o Akiko Suwanai, directores de referencia junto a otros en ascenso como el canterano Roberto González-Monjas y el regreso del gran sinfonismo postromántico centroeuropeo avalan el largo alcance de esta entrega y el esfuerzo que se ha desplegado. Si de algo podemos estar seguros, es de que no habrá sido fácil materializar una programación tan ambiciosa, en primer lugar y paradójicamente, por la incertidumbre que lo impregna todo y que dificulta tareas antes rutinarias como coger un vuelo, reservar hoteles, organizar ensayos o encuentros con la prensa.
Y por si esto fuera poco, las medidas para adaptarse a los protocolos que garantizan la seguridad sanitaria han alterado la actividad escénica y musical hasta tal punto, que es casi imposible, en las circunstancias actuales, reconocer el formato de concierto establecido por la tradición europea, una forma de relación con la música tan fecunda que ha experimentado pocos cambios desde finales del siglo XVIII, siendo como es el origen del nacimiento del público como tal.
Esas circunstancias son bien conocidas: distancia mínima entre espectadores, reducción de aforos, anulación del intermedio, adelanto de horarios (los conciertos del Abono de Invierno comienzan a las 19:30 h), cuatro pases para cada programa de abono y prohibición de entregar en mano el programa de sala que estará disponible a través de un código QR descargable a través del teléfono o por correo postal.
Por último, y para poner en marcha el Abono de Invierno, el Centro Cultural Miguel Delibes ha resuelto ampliar el escenario de la sala sinfónica Jesús López Cobos para que la Orquesta se presente al completo y pueda abordar adecuadamente las monumentales partituras de Bruckner, Mahler o Strauss sin menoscabo de la salvaguarda que la salud de los profesores exige. La adaptación de la sala ha supuesto la eliminación de las primeras filas de butacas, pero a cambio el público podrá escuchar de nuevo a la orquesta en plenitud tras una temporada de otoño con la plantilla reducida por razones evidentes.
Es en este nuevo y sufrido contexto, que la Orquesta Sinfónica de Castilla y León ofrecerá seis conciertos entre el 7 de enero y el 20 de marzo de 2021, el citado Abono de Invierno.
Propuestas
El primer programa (7-10 de enero) correrá a cargo de Michel Plasson, director francés que siguiendo una arraigada tradición francesa defenderá un exquisito repertorio francés integrado por la suite Me mère l’Oye de Maurice Ravel, la Sinfonía en do mayor de Georges Bizet y el Concierto para flauta de Jacques Ibert. Eso sí, la solista será la salmantina Clara Andrada, que formada en su día con Pablo Sagredo -flauta de la OSCyL- es una intérprete bien conocida por el público castellanoleonés porque fue artista en residencia en el Centro Cultural Miguel Delibes y Premio Ojo Crítico 2018, otorgado por Radio Nacional de España por su brillante carrera. Como anticipo es recomendable escuchar la grabación del concierto de Ibert que Andrada ha publicado hace apenas un año con el sello Ondine acompañada por la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt, de la que es flauta principal.
La siguiente propuesta (3-6 de febrero) contará con la violinista Akiko Suwanai, que interpretará el Concierto para violín nº 1 de Prokofiev bajo la batuta de Jaime Martín. Suwanai viaja con un compañero extraordinario, el Stradivarius Delfín de 1714, apreciado como uno de los mejores de su autor, una maravilla propiedad de la Fundación Nipona de la Música del Gobierno de Japón, que se lo ha cedido a Akiko Suwanai por su impresionante trayectoria artística a nivel internacional. El programa se completa con la preciosa Sinfonía Escocesa de Mendelssohn.
La tercera cita (18-21 de febrero) es absolutamente imprescindible, una de esas ocasiones únicas que hacen salivar los oídos: el violinista y director vallisoletano Roberto González-Monjas, tan profundamente vinculado a la OSCyL, dirigirá a la aclamada pianista china Yuja Wang en la Burlesque de Richard Strauss para asumir después la defensa de una suite orquestal de la ópera Hänsel y Gretel de Humperdinck en un arreglo realizado por el propio González-Monjas.
El director titular saliente de la OSCyL, Andrew Gourlay , vuelve de nuevo a Valladolid para dirigir una de esas partituras que hacen público y abonados: la Sinfonía nº 5 de Gustav Mahler (25-28 de febrero), mientras que la Séptima de Bruckner sonará entre el 10 y el 13 de marzo bajo la batuta de James Conlon, neoyorkino, profesor de la Juilliard School y un admirado director operístico cuya reputación como director sinfónico aumenta cada día. Con Bruckner saldremos de dudas.
Y ya para cerrar este catártico y esperado Abono de Invierno, se ha programado una selección de grandes obras del Romanticismo dirigidas por François López-Ferrer (17-20 de marzo), hijo del inolvidable Jesús López Cobos que tantos años ofició como director emérito de la OSCyL. El repertorio incluye la obertura de Oberón de Carl Maria von Weber, el poema sinfónico Los preludios de Liszt, y el Concierto para violín de Brahms con Clara-Jumi Kang en la parte solista.
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