Cultura
Las obras de Las Edades que encandilaron a la Reina Sofía en Toro
El Cristo del Amparo situado bajo el cimborrio de la Colegiata, la colección de platería y las imágenes del último acto expositivo, ya en el Santo Sepulcro, despertaron el mayor interés de la monarca
Las Edades del Hombre iniciaron ayer una nueva travesía en Toro y en ella la Reina Sofía quiso ser testigo de la botadura de «Aqva», la vigésimo primera edición de la exposición, que en esta ocasión aúna 139 piezas de distintas épocas, estilos y disciplinas artísticas, con el agua como hilo conductor.
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La Reina asistió a la inauguración de la muestra y durante una hora y media siguió con atención las explicaciones del comisario de la exposición, se interesó de forma especial por algunas de las obras, tuvo la oportunidad de conocer detalles de primera mano de los autores contemporáneos y se marchó satisfecha de lo visto y del cariño mostrado por los toresanos. Esa impresión sacó tras la visita el comisariado José Ángel Rivera, tras explicar a Doña Sofía la estructura de la muestra, comentarle las obras y los elementos arquitectónicos más significativos de los dos continentes de «Aqva»: la Colegiata de Santa María la Mayor, con la impoluta policromía del siglo XIII de su Pórtico de la Majestad, y la iglesia románica del Santo Sepulcro, con su ábside del ladrillo característico del románico-mudéjar.
Entre las representaciones artísticas por las que mostró su reconocimiento la Reina figuraron el Cristo del Amparo situado bajo el cimborrio de la Colegiata, la colección de platería y las imágenes del último acto expositivo, ya en el Santo Sepulcro.
Con su presencia en la inauguración, Doña Sofía, que el año pasado también abrió la exposición sobre Santa Teresa, renovó una edición más el estrecho vínculo que la Casa Real mantiene con Las Edades del Hombre y sus exposiciones de arte sacro que figuran entre las más relevantes de España.
Aclamada y vitoreada
Doña Sofía fue aclamada y vitoreada en el trayecto realizado a pie entre los dos templos unidos por «Aqva» y respondió con saludos y sonrisas a las muestras de cariño de los toresanos, algunos de ellos con banderas de España y otros, incluso, con un álbum de fotos en el que inmortalizaron otras visitas reales a la ciudad.
También siguió con atención la introducción a la exposición que, como anfitrión, realizó el obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, en presencia del presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera; la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego; la presidenta de las Cortes, Silvia Clemente; el presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez; la presidenta de la Diputación de Zamora, Mayte Martín; o el alcalde de Toro, Tomás del Bien; entre otras autoridades.
El prelado de Zamora recurrió a símiles acuáticos para calificar la muestra de «aljibe rebosante de belleza artística» e invitar a doña Sofía y el resto de invitados a «sumergirse intensamente, como pez en el agua, en el evocador discurrir de los seis capítulos de la exposición».
En «Aqva» fluyen en armonía pintura, escultura, platería, metalistería, mosaicos, azulejería, alfarería y fondos bibliográficos, con obras que van desde un mosaico romano del siglo IV de nuestra era y un capitel mozárabe del X hasta la pintura contemporánea de Antonio López , pasando por escultores de la escuela castellana como Juan de Juni o Gregorio Fernández y pintores barrocos del Siglo de Oro como Francisco de Zurbarán.
La exposición de arte sacro aúna diferentes disciplinas artísticas y mezcla en armonía distintos estilos y épocas a través de 139 obras
A través de un constante diálogo entre autores contemporáneos y obra histórica entre la que predominan facturas de entre los siglos XV y XVIII, la exposición configura una narración expositiva entorno al agua que refleja su presencia e influencia en diferentes pasajes bíblicos y en la labor evangelizadora. No faltan guiños a la actualidad como un «tableau vivant» o pintura viviente que actualiza el éxodo del pueblo de Moises por el Mar Rojo para mostrar a los refugiados que huyen por mar de la guerra y las concertinas. Con motivo de los 400 años de la muerte de Miguel de Cervantes se ha incorporado un ejemplar del Quijote del siglo XVII junto a un dibujo del salmantino Venancio Blanco.
Desde Lisboa
Aunque «Aqva» se nutre principalmente de arte sacro procedente de las once Diócesis de Castilla y León, también incorpora obras cedidas del País Vasco, Navarra, Madrid, Andalucía, Aragón o Extremadura, así como de Portugal. De Lisboa llegan, por ejemplo, una escultura de San Juan Bautista de Antonio Ferreira o un azulejo de San Antonio de Padua predicando a los pece s, lo que supone una novedad en Las Edades del Hombre, ya que en ninguna de sus veinte ediciones anteriores se había incluido azulejería a la muestra.
Las Edades del Hombre, que suma más de diez millones de visitas en sus veinte citas anteriores, mantendrá abierta su vigésima primera edición hasta el 14 de noviembre en Toro, donde además se ha confeccionado una programación cultural paralela todos los fines de semana de la muestra.
La vicepresidenta de la Junta de Castilla y León, Rosa Valdeón, se mostró confiada en la que la exposición hará de Toro la ciudad atractiva desde el punto de vista turístico que merece ser. De la muestra, resaltó su hilo conductor y la importante incorporación de arte contemporáneo como forma de «actualizar» Las Edades del Hombre.