Sociedad
Los obispos, preocupados por el «poco aprecio» al matrimonio
Los prelados de la Iglesia en Castilla alertan del creciente «fenómeno de las rupturas»
Los obispos de la Iglesia en Castilla, que integran todas las diócesis de la Comunidad salvo las de León y Astorga, mostraron este pasado lunes en Villagarcía de Campos (Valladolid) su preocupación por el «poco aprecio» que se tiene actualmente por la institución matrimonial y el creciente «fenómeno de las rupturas». A lo largo de ayer y de hoy las conferencias planificadas en el XXXVII Encuentro anual de obispos, vicarios y arciprestes se verán reforzadas con mesas de experiencias sobre familias que acompañan a las familias y el acompañamiento a divorciados.
En representación de los participantes, el obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, consideró que al problema del «escaso número de hijos por matrimonio o relación estable entre un hombre y una mujer» se añade el que no se valore de forma adecuada «la dimensión institucional del matrimonio, tanto del sacramento como en el matrimonio civil, y el alto número de personas que no lo contraen con lo que eso pueda decir o expresar».
El prelado vallisoletano señaló que «a nadie le gusta» que una relación planteada inicialmente para toda la vida «quiebre ». Ante estas realidades la Iglesia, dijo, «plantea como una buena noticia que el matrimonio se viva dentro de ella como una propuesta para toda la vida y abierta a la ella, resaltando el don pero sin negar las dificultades y ver cómo se puede hacer para acompañar a las personas que las sufren y juntos poder afrontar su difícil situación».
Problemas de conciliación
Por ello, ayer se llevó a cabo una primera ponencia sobre «La belleza y la verdad del matrimonio » que impartieron Antonio Crespo y Celia María Cuevas, coordinadores de Pastoral Familiar de la Vicaría de la zona noroeste de Madrid, que llevan 23 años casados y tienen seis hijos. Argüello señaló que «hablaron de lo bueno pero también de las dificultades que ellos no han negado y se han podido encontrar a lo largo de su experiencia matrimonial, además de reclamar que desde la Iglesia unos matrimonios y otros se apoyen y acompañen», al tiempo que pusieron de manifiesto «las dificultades de horarios laborales que las parejas pueden tener para sacar adelante una familia, la adolescencia que se estira y que el hecho de que cueste asumir compromisos para toda la vida», informa Ical.
Por su parte, el secretario de los obispos de la Iglesia en Castilla, Ángel García Rivilla, explicó que en las sesiones de trabajo se abordarán situaciones, unas a favor y otras desfavorables, dentro del matrimonio. «No hay que hacerlo desde el miedo sino desde la esperanza, y el pasado año se abordó cómo acompañar a quienes empiezan a formar una familia, y en esta ocasión se trata la realidad de aquellas familias que se desestructuran y la Iglesia quiere estar presente y apoyar a estas personas».
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