Sociedad

«Nunca hubiese imaginado poder volar»

Más de una veintena de personas con grave discapacidad acaban de cumplir su sueño de volar montando en un ultraligero

Un discapacitado del CRE se dispone a iniciar su jornada de bautizo de vuelo D. MARTÍN

I. TOMÉ

El anhelo del ser humano desde tiempos ancestrales siempre ha sido poder surcar los cielos. Y ese era el deseo de muchas personas con grave discapacidad física o cognitiva internadas en el Centro de Referencia Estatal (CRE) situado en San Andrés del Rabanedo. Y hay que recalcar el «era», ya que este pasado jueves, 22 de esas personas cumplieron su deseo de mirar desde lo alto a los vehículos, casas y ciudades gracias a un bautismo de vuelo.

«Creía que era un sueño» admite emocionado José Martínez. «Estuve toda la mañana esperando que sonara el despertador para comprobar que no lo era ». Así se refería a la experiencia vivida este afortunado tras volar en uno de los ultraligeros que el Ejército del Aire puso a disposición de estas personas gracias a la colaboración entre el CRE, el Aeródromo Militar de León y las fundaciones Cielos de León y Sillas voladoras.

Pese a que pudiera parecerlo, José no estaba «en absoluto»

A punto de realizar el bautismo de vuelo ICAL

nervioso: «Teníamos un piloto experimentado y tanto el despegue como el aterrizaje lo hizo perfecto. Fuimos tan bien que incluso llegué a comentarle al piloto que podría poner una cerveza en el ala y podría cogerla cuando quisiese». No oculta su alegría al afirmar que la experiencia le «encantó» y que espera que el año que viene más compañeros se sumen a esta actividad «única».

Igual de contenta se muestra Mari Cruz Natal que además de estar «fascinada» con el momento tan especial vivido, le encanta el proyecto que se ha llevado a cabo « para que todos lo podamos disfrutar . Yo en la vida hubiese imaginado poder volar en ningún sitio. Me quedé maravillada».

«Estaba un poco nerviosa, porque pensaba que podría tener vértigos o mareos, pero nada de nada» declara Mari Cruz, que sin duda le sorprendió mucho lo poco que se movía el avión y a la velocidad que iban, casi 180 kilómetros por hora . «Ver todo desde arriba, la catedral, los pueblos limítrofes... todo era precioso». Ahora, en lo único que piensa es en poder volver a surcar los cielos una vez más.

Un proyecto único

Una de las impulsoras de esta iniciativa, la directora del CRE, Maite Gutiérrez, afirma que es la primera vez que se realiza esta actividad con personas «con tan grave discapacidad en España» y viendo lo que ha ilusionado a las personas del centro, y no solo a las que tienen discapacidad, sino también a la totalidad de gente que trabaja en el CRE, «se realizará una segunda jornada de bautismo de vuelo el año que viene», en la que se tratará de que más discapacitados participen. «Solo por verles las caras a ellos es un gusto y una alegría».

El piloto y la persona discapacitada, listos para despegar ICAL

Y con la misma iniciativa cuenta el teniente coronel Félix Santos, que no duda en admitir que es una idea «muy novedosa» dentro de lo que es el CRE y el ejército del aire «se siente muy orgulloso de apoyarla e ilusionar a estas personas» a las cuales no vio nerviosas, sino «impacientes y emocionadas» por volar en el ultraligero.

Se ha conseguido así el objetivo principal de esta iniciativa, que es el de romper barreras a las que a diario tienen que hacer frente las personas con algún tipo de discapacidad. Ahora solo esperan ya al año próximo y que muchas más personas «disfruten de esta magnífica experiencia».

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