Economía

El número de trabajadores afectados por ERE se reduce al nivel precrisis

Los 4.222 empleados afectados por la regulación en 2016 contrastan con los más de 36.000 de 2012

Los trabajadores de Lauki en Valladolid sufrieron un ERE temporal que terminó con el cierre de la empresa ICAL

J.M. AYALA

Los números hablan por sí solos, aunque puedan tener múltiples interpretaciones en función de quien los valore. En el caso de los «famosos» expedientes de regulación de empleo , las cifras conocidas estos días sirven para concluir que la cantidad de afectados y de expedientes abiertos nada tienen que ver con los peores años de la crisis y que, por los motivos que sean, las estadísticas vuelven a «normalizarse» al situarse en los niveles que existían antes del arranque de la crisis pese a los «sonados» casos que han afectado a empresas de peso y tradición como Lauki , Dulciora o Sada, además de la ya habitual «penitencia» que sufren las firmas mineras.

Sin separar entre los tipos de ERE existentes (rescisión, suspensión y de reducción de jornada), el pasado año dejó un total de 4.222 trabajadores afectados por alguno de ellos. Aunque puede parecer una cantidad elevada, lo cierto es que es la más baja desde hace al menos diez años. Como ejemplo, en 2006 -aún en supuesta plena bonanza- fueron casi 12.000 los trabajadores inmersos en alguno de los 89 expedientes abiertos durante aquel ejercicio. En este sentido, pese a que ahora hay menos empleados que sufren algún tipo de regulación, el número de casos si es muy superior frente al de aquel penúltimo año de bonanza -405 frente a 89-.

Si la comparación con 2006 sorprende ante la sensación de que la crisis aún perdura hoy en día en muchos aspectos, mayor es todavía el contraste respecto a 2012, el considerado como peor año económico posiblemente de los últimos tiempos en nuestro país. En aquel ejercicio -no tan lejano- fueron más de 36.000 las personas que estuvieron envueltas en alguno de los 2.358 expedientes de regulación en marcha durante ese fatídico año. Los números son de nuevo elocuentes al certificarse que la cifra de trabajadores afectados fue nueve veces mayor que en este recién terminado 2016, cuando se tramitaron apenas una sexta parte de los abultados expedientes de 2012.

Tras conocer estos datos, el secretario general de la patronal Cecale, David Esteban , consideró que se debe al actual «proceso de recuperación económica», pero también «a que las empresas están recomponiendo su situación, muy deterioriada durante los últimos años». Opinión distinta trasladaron sobre este asunto los sindicatos mayoritarios. Así, el secretario de Política Sindical de UGT, Raúl Santa Eufemia, vinculó el descenso de los ERE al aumento de las deslocalizaciones -que no requiere abrir expedientes- y a la existencia de «un gran número de contratos precarios en temporalidad y jornada», lo que «hace más fácil subir o bajar el número de plantilla» sin acudir a los expedientes. En una línea similar, Comisiones Obreras consideró que el cambio de tendencia se produce «porque ya no se puede destruir más empleo», destacando además que el que existe ahora «es precario y a tiempo parcial» hasta generar «trabajadores pobres».

El cambio de tendencia se produce «porque ya no se puede destruir más empleo», coinciden CC.OO. y UGT

Por tipos de expedientes, la mejoría es también generalizada. En el caso de los de rescisión -que conllevan la pérdida definitiva del puesto de trabajo- fueron 405 los empleados que los sufrieron. De nuevo es la cifra más baja en al menos los últimos once años -en 2007 fueron más de un millar los que se quedaron sin empleo por esta vía-. En este caso, además. el número de expedientes de esta clase fue de 28 el año pasado, inferior también al nivel precrisis -35-. Nada tienen que ver estar cifras con los casi 3.300 trabajadores que se tuvieron que ir a la calle en 2012 a través de una clase de ERE que, afortunadamente, cada vez es más residual.

Entre los de temporales -en los que se pacta una serie de días, semanas o meses sin acudir al puesto de trabajo-, durante el pasado año fueron casi 3.000 los empleados afectados -hasta 27.300 hubo en 2012- para un total de 46,232 días de suspensión, menos que los días de duración -casi 60.000- de los ERE de reducción de jornada, incorporados con éxito a partir de 2011.

Desde la patronal destacan el «esfuerzo y la responsabilidad» tanto de Cecale como de la Junta y de los sindicatos, a través del Diálogo Social, «para paliar las difíciles situaciones por las que han pasado las empresas y los trabajadores». Mientras, UGT se ve «corresponsable de la seriedad y la coherencia en la negociación de condiciones de mejoras» frente a lo que dice la Ley ante la presentación de EREs con el objetivo de «proteger en su máximo exponente los puestos de trabajo». Comisiones Obreras, por su parte, destaca el trabajo realizado para que los expedientes de extinción se hayan visto sustituidos por los temporales «lo que ha permitido superar el bache por el que estén pasando las empresas».

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