CECALE
«Ya no somos la banda de niños caprichosos que estábamos a la gresca por unos euros»
El presidente de CECALE charla sobre la patronal, su futuro y su financiación
Defiende que la organización empresarial que dirige ha recuperado «el prestigio y la credibilidad» tras «dejar atrás una situación caótica en la que Cecale se pudo haber esfumado». Ahora, sin tensiones internas «de ningún tipo», las instituciones «han vuelto a contar con nosotros para todo y hemos cogido una velocidad de crucero que no va a parar».
-En febrero de 2015 usted aseguraba en estas mismas páginas que Cecale estaría saneada en menos de dos años. ¿Mantiene esa promesa?
-Cecale está camino de una normalización total y absoluta en materia económica. No se puede decir que estamos saneados del todo porque los préstamos que teníamos pendientes se han puesto a largo plazo , pero nuestra salud financiera, con sus picos y sus bajas de tesorería, es buena.
-¿Pero hay algún riesgo de que ese camino se pueda complicar?
-Salvo una catástrofe, no existe ninguna operación que pueda dar el traste con esta senda.
-¿Y los resultados de los últimos ejercicios avalan ese optimismo?
-El 14 fue bueno porque las provincias aportaron 1,4 millones de euros para eliminar la deuda extraordinaria que arrastrábamos y en 2015 no ha habido ningún problema. Estamos sin déficit y no ha habido incidencias.
-Para rescatar a la patronal aprobaron un plan de viabilidad que contemplaba, entre otras medidas, una reducción del gasto corriente superior al 35 por ciento. ¿Se ha conseguido?
-Se ha recortado incluso más. Hemos hecho un ajuste excesivo en algunas partidas que hay que replantearse porque la estructura se puede ver incluso dañada. Hemos sido demasiado exigentes y según vaya pasando el tiempo habrá que recuperar parte de lo perdido. El objetivo de Cecale es ser un lobby y defender los intereses de Castilla y León y sus empresarios. Para ello, hay que acometer unos gastos que a lo mejor antes no podíamos, pero que seguro iremos implementando.
-¿Alguna de las provincias le ha reclamado el dinero que aportó para ayudar a la institución?
-Es un tema que no está contemplado como tal. Si tuviéramos en algún momento un beneficio extraordinario quizás actuaríamos como una sociedad que reparte dividendos. Eso no ha llegado y en su momento se estudiaría. Algunas provincias están más necesitadas que otras, pero son muy respetuosas con la situación de Cecale. De momento, no hay nadie que haya exigido ese pago porque ven que aún no estamos en la plenitud
-También están sacando rendimiento económico a una sede que tantos quebraderos de cabeza les supuso y que usted mismo dijo que quizás no debería haberse construido.
-Sí, está alquilada la segunda planta desde hace unos meses. No es ninguna salvación, pero es una ayuda y supone que no tenemos que pagar unos gastos de mantenimiento que antes sí asumíamos y que compartamos otros.
-¿Y usted sigue sin chófer haciendo el recorrido entre Soria a Valladolid?
-Renuncié dadas las circunstancias y hasta que Cecale esté en una situación económica bastante mejor. Lo único que percibo es el kilometraje.
-¿Cómo calificaría la relación que existe ahora entre los miembros de la Junta Directiva?
-Ya no se dan las cosas que había antes. El ambiente en Cecale ha cambiado muchísimo. Ahora la situación es más que correcta. Cada uno defiende sus intereses con discrepancias lógicas, pero sin ningún problema.
-¿Y reman todas las provincias en el mismo sentido?
-La gente se han dado cuenta de que si queremos tener a Cecale como organización empresarial de referencia en Castilla y León no podíamos seguir dando el espectáculo que se dio entonces. Tenemos que trabajar en favor del empresario para que puedan desarrollar la mejor labor posible en la internacionalización, en materia de I+D+i, en formación... eso es lo que teníamos que haber hecho siempre y no habernos desviado en aquel momento.
-¿Y Cecale ha recuperado el papel de interlocución en Castilla y León que estuvo a punto de perder?
-Creo que sí. En estos cuatro años hemos cambiado la percepción que había de Cecale como una banda de niños caprichosos que estábamos a la gresca por unos cuantos euros. Las instituciones nos tienen en consideración para hacer muchísimas cosas.