Narcos históricos de Castilla y León se pasan a la marihuana «indoor» por su rentabilidad
El número de plantas de cannabis incautadas en Castilla y León se multiplica por cuatro desde 2014
![Plantación interior de marihuana incautada a principios de diciembre en Sanabria](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2019/12/25/marihuana-U301101579224I1G--1248x698@abc.jpg)
La expansión de la producción de cannabis, la droga ilegal más consumida en España y en la UE, es una realidad que ha puesto en alerta a la propia Europol, que en informes recientes sobre crimen organizado prevé un incremento de las plantaciones de marihuana. La principal razón de esta proliferación es la alta rentabilidad que se está logrando con las denominadas plantaciones «indoor» , con las que se llegan a conseguir hasta cinco cosechas y que, según confirmaron fuentes policiales a la Agencia Ical, está provocando que cada vez sean más los narcos asentados en la Comunidad se pasen a este cultivo.
La prolifieración de este tipo de instalaciones tiene su reflejo en el número de plantas de marihuana incautadas por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que en Castilla y León se ha multiplicado por cuatro desde el año 2014 , al pasar de las 3.564 a las 13.465 decomisadas el pasado año. Es un incremento superior a la media nacional, donde la cantidad de plantas se ha triplicado en este periodo y en 2018 se rozaron las 800.000.
El jefe del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría Provincial de Valladolid, el inspector Luis Fernández, explica que la posibilidad de controlar todo el proceso, desde el propio cultivo hasta la distribución, unido a la alta rentabilidad y a una menor responsabilidad penal, ha llevado a que algunos «históricos narcos» abandonen el tráfico de la cocaína y otras sustancias para centrarse en la producción y distribución del cannabis.
Por su parte, el jefe de Operaciones de la Comandancia de la Guardia Civil, el teniente coronel Javier Peña, argumentó que detrás de la proliferación de este tipo de plantaciones «indor» también se encuentra la presión policial ejercida contra los cultivadores al aire libre gracias a la ‘Operación Miller’, dispositivo puesto en marcha hace años a nivel nacional y que gracias al trabajo de los helicópteros permite detectar numerosas plantaciones.
Selección genética
Peña resaltó que en la profesionalización de este cultivo está generando «auténticos maestros» que mediante la utilización de técnicas de selección genética han logrado plantas de crecimiento rápido , con producciones de hasta 20 kilos y con un alto contenido en THC -tetrahidrocannabinol-, principal constituyente psicoactivo del cannabis-, y con las que logran entre cuatro y cinco cosechas en un año.
En cultivos ‘indoor’ se suelen utilizar segundas viviendas acondicionadas y ubicadas fuera de las grandes ciudades y urbanizaciones aisladas que previamente han sido modificadas en su interior. Se dividen en dos zonas, una para el cultivo y el crecimiento de las plantas y la otra para el secado de la marihuana. Además, se caracterizan por un consumo eléctrico excesivo debido a la potente instalación eléctrica que necesita toda la climatización que se requiere para un rápido crecimiento de las plantas. Se instalan numerosos aparatos de aire acondicionado, humidificadores, ventiladores en el suelo, en techos y en paredes, e incluso filtros de carbono para tratar de evitar los fuertes olores que desprende este cultivo.
Pero de segundas viviendas, los cultivos «indoor» están saltando a naves industriales o invernaderos, como los descubiertos en Medina del Campo (Valladolid) dentro de la «Operación Aceitera», donde con ayuda de un helicóptero la Guardia Civil localizó dos invernaderos de la misma familia en los que se intervienen 1897 plantas, o la «operación Santosmuva», realizada en junio de este mismo año y que sirvió para desmantelar en Mucientes (Valladolid) una plantación con 1.300 plantas de marihuana en fase final de maduración.
Grupos jerarquizados
Javier Peña también explicó que, con carácter general, se trata de grupos criminales con una estructura jerárquica muy definida, con gran movilidad, fuertes medidas de seguridad y roles muy bien definidos, lo que provoca que, en algunos casos, sea muy complejo poder llegar hasta los principales responsables y demostrar ante la justicia su implicación.
Entre 2014 y 2018, el número de detenciones por tráfico de drogas se mantuvo estable en la Comunidad, al pasar de las 689 a las 671 (-2,6 por ciento). A nivel nacional la evolución fue similar y en 2018 se contabilizaron 18.193 detenciones (-5,9 por ciento).Una de cada cuatro detenciones por tráfico de drogas en 2018 se realizó en Valladolid (165).
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