Las mujeres rurales, con más estabilidad emocional y resiliencia frente a la pandemia
Entre las 1.530 participantes del estudio nacional de Femur, solo un 13,1% han pasado el Covid
El coordinador científico de proyectos de Investigación de Femur y director del Instituto Clínico y de Investigación Interdisciplinar en Neurociencias (ICIIN), Carlos Valiente, ha destacado hoy que las mujeres rurales fueron más estables emocionalmente ante la pandemia . Tal ha sido la conclusión que se ha extraído del estudio ‘Impacto de la Covid19 sobre la mujer rural y su entorno’. Según este, las féminas participantes, de 15 comunidades autónomas, tuvieron «una mejor estabilidad emocional» y menores síntomas depresivos al contar con una mejor regulación cognitiva, conductual y emocional, informa Ical.
El impacto del Covid sobre la mujer rural y su entorno, con el subtítulo ‘Variables psicológicas asociadas a la calidad de vida’, abordó, en primer lugar, la incidencia. Sobre la muestra final -integrada por 1.530 mujeres con una edad media de 55,23 años, de pueblos con menos de 5.000 habitantes- 200 pasaron la enfermedad y 1.330 no. Es decir, un 13,1 por ciento, frente a casi un 87 por ciento. Para el responsable del estudio, los distintos resultados obtenidos señalan «la notable menor incidencia que la pandemia ha implicado en las mujeres que viven en los núcleos rurales , tanto en términos de padecimiento directo como respecto a la afección sobre personas cercanas a ellas».
Entre las mujeres socias de Femur encuestadas, resultó que contaban con una mejor regulación cognitiva, conductual y emocional, así como elevados niveles de 'mindfulness' (facultades de atención plena) y una buena «tendencia disposicional o estilo de vida, sin necesidad de tratarse de personas que practican estas técnicas terapéuticas».
Para los autores del estudio, las mujeres rurales demostraron «mayor capacidad para gestionar la situación con las propias herramientas personales , demostrando una impactante resiliencia y autonomía personal». Una estabilidad emocional que, en opinión del investigador, se vio reforzada cuando contaban con un trabajo o actividad profesional, que se suele asociar a mayor autoestima, autonomía económica y relaciones sociales.
Valiente también ha hecho hincapié en la importancia que tiene en las zonas rurales su trayectoria histórica y la tradición oral en temas relacionados con el cuidado y la salud. Puso como ejemplo la conversación que tuvo con vecinos de una persona que vivió 104 años, que siendo pequeña fue testigo de la Gripe de 1919 y lo mal que lo pasaron sus padres. En los genes y las herramientas biológicas, en «ese paquete cultural de generación en generación en los pueblos a nivel oral tiene mucha fuerza».
Ha remarcado que « la relación en el mundo rural entre el médico y paciente es mucho más arraigada , más estrecha y cercana habitualmente, lo que favorece una mayor confianza de la persona y favorece que los mensajes lleguen mas lejos», como el de vacunarse.
La presidenta de Femur, Juana Borrego, ha destacado «la fuerza» de toda esta investigación y que durante la pandemia, estas mujeres demostraron el peso que tienen «en el campo y en la casa». Borrego señaló que, cuando llegó el Covid, «todos hicimos un giro, pusimos un poco más de nuestra parte, y más ellas para ayudar a las personas mayores en los pueblos, hacer mascarillas, llevar alimentos, medicamentos y avisar a las distintos profesionales sanitarios».