NECROLÓGICA
Una mujer de amplias miras
Eloísa García de Wattenberg estuvo al frente del Museo Nacional de Escultura durante dos décadas decisivas de la historia de los museos en el siglo XX: entre 1968 y 1987 . Su mandato coincidió, pues, con un momento de transición en toda Europa, pero particularmente en nuestro país, entre dos modos de entender el museo. Y ella misma es un buen reflejo de esa transición, entre, por un lado, una España sumida en la autarquía cultural, la negligencia política y la pobreza de recursos propios del final de la Dictadura, y, por otro lado, los prometedores aires de aperturismo y las iniciativas más innovadoras llegados de la mano de la joven democracia, cuando, por fin, los museos se revelaron como una necesidad colectivamente sentida.
A quienes no hemos convivido con ella y la conocimos poco —aunque guardemos, como es mi caso, el buen recuerdo de una mirada inteligente y de un trato generoso y exquisitamente educado — nos queda la memoria de su actitud particularmente activa. Pues aunque en el acceso a su cargo pesó su circunstancia personal, no lo ejerció de manera rutinaria, sino que, al contrario, adoptó una actitud emprendedora, comprometida e innovadora, y forjo un verdadero proyecto muy personal de dinamización institucional , con la meta de proyectar el museo al exterior y darle una vida más allá de la mera presentación de sus colecciones.
Esta mente abierta e infatigable la llevaba indistintamente a reclutar a jóvenes universitarios —que todavía hoy forman parte del equipo del Museo Nacional de Escultura —, para implicarlos en distintas tareas; a fundar un departamento de educación pionero en su género, con el fin de impulsar la dimensión divulgativa del museo; a prestar atención a la escultura de artistas vivos, con la intención de integrar la plástica contemporánea en los fondos de la colección; a ampliar las sedes del museo, con sus colecciones de pintura; o a organizar los espléndidos recitales de piano de Antonio Baciero que todavía hoy se recuerdan en la ciudad.
Fue sin duda una mujer singular, una de las más importantes directoras de museo de su generación y una figura indispensable en la política cultural castellana y nacional .
Maria Bolaños
Directora del Museo Nacional de Escultura
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