Las muertes ascienden a niveles previos a la desescalada en Castilla y León
Un total de 23 personas pierden la batalla contra el coronavirus en hospitales y residencias
La Junta advierte de que la segunda ola puede ser «incluso más terrible» que la primera
Ocho municipios confinados, casi 6.000 nuevos positivos en una semana, un millar de pacientes hospitalizados... Son las últimas cifras del coronavirus en Castilla y León, que en plena segunda ola sufrió ayer el incremento de la más dramática y irremediable de las estadísticas. Un total de 23 personas fallecieron en hospitales y residencias en una negra jornada en la que esas vidas robadas por el Covid remontan al número de defunciones que se registraban en la Comunidad cuando la ciudadanía disfrutaba de sus primeros paseos con convivientes tras dos meses de confinamiento.
En concreto, se trata de la mayor cifra de defunciones desde el 6 de mayo, cuando ya se habían reducido a una quinta parte el centenar de muertes diarias que el virus llegó a dejar en la Comunidad en el pico de la epidemia en el mes de abril. Es también el mismo número de fallecimientos que se registró a finales de la primera semana del estado de alarma, cuando la pandemia empezaba a mostrar su crudeza.
Con estas 23 personas son ya 5.188 las que han perdido su batalla contra el coronavirus . De todas las edades, salvo menores de 10 años, las víctimas se concentran en los mayores de ochenta. Los huéspedes de las residencias y centros para personas con discapacidad fallecidos ascienden a 1.721, después de que perdieran la vida en la última jornada tres inquilinos en estas instalaciones. Además, otros 1.005 murieron con síntomas compatibles con la enfermedad sin que un test llegara a corroborarla.
Las planas e injustas cifras tras las que se esfuman vidas interrumpidas por el virus se traducen en que en uno de cada cuatro certificados de defunción el Covid ha sido la causa del deceso en este inclemente 2020 en el que al menos uno de cada 35 castellano y leoneses ha contraído el virus, de acuerdo con los contagios confirmados vía test desde que arrancara la epidemia y que ayer aumentaron de nuevo por encima del millar. 1.038 más en 24 horas .
Las estadísticas diarias no se equiparan a las de la primera ola. Los contagios son mayores debido a las labores de rastreo que hace meses no detectaban casos asintomáticos, pero los fallecidos y hospitalizados avanzando a la par hasta niveles de finales de abril o principios de mayo «preocupan» en el Ejecutivo autonómico ante una evolución que apunta a una tendencia en alza en seis provincias.
El temor es que la segunda ola puede ser «incluso más terrible» que la primera, a pesar de todo lo que se ha hecho para combatir el virus, explicó ayer el vicepresidente y portavoz de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, quien incidió en que el trabajo del Ejecutivo es intentar concienciar a la población para que cambie su modo de vida , informa Efe.
«Es un trabajo que no se hace ni en un mes ni tres. Este país se enfrenta a una situación que ha cambiado su modo de vida de modo radical. Durante unos meses, no sabemos cuántos, tenemos que vivir sin tocarnos, separados metro y medio, sin relaciones sociales...», reflexionó Igea.
Salamanca
Hoy comienzan las restricciones en Salamanca. Tras superar el umbral de los 500 casos por cada 100.000 habitantes , durante los próximos catorce días no se podrá salir ni entrar del municipio, la asistencia a lugares de culto no podrá superar un tercio de su aforo, en los establecimientos comerciales se limitará al cincuenta por ciento y tendrán como tope de cierre las diez de la noche. Esa hora será el límite en el que la hostelería podrá recibir clientes. Tendrán que bajar la verja a las once, con la misma proporción de ocupación que en las tiendas.
En la otra cara de la moneda, la Junta levantó ayer el confinamiento del municipio vallisoletano de Íscar, aunque con medidas de limitación del número de personas para el desarrollo de determinadas actividades o eventos, ya sean de carácter familiar o social tendentes a la contención del coronavirus. Por el contrario, se mantiene el cierre en la cercana Pedrajas de San Esteban
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