Un «movimiento sin detectar en el terreno», posible causa del derrumbe del viaducto entre Lugo y León
El director general de Carreteras desvincula el suceso de los trabajos de mejora que se llevaban a cabo en el puente
El director general de Carreteras del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma), Javier Herrero, ha apuntado a que un «movimiento sin detectar en el terreno» podría estar detrás del derrumbe registrado ayer en el viaducto del Castro de la autovía A-6 , a la altura del municipio berciano de Vega de Valcarce. Según Herrero, este movimiento habría causado el desplazamiento de uno de los pilares que sujeta el puente, una «hipótesis previa» con la que trabajan los técnicos que investigan las causas del suceso.
«Seguramente nos estamos encontrando con un problema adicional», ha asegurado el director general, que recordó que la estructura se estaba revisando tras detectar un «fenómeno de corrosión importante» en una parte de los cables que soportan el viaducto. En su comparecencia desde el centro de control de túneles de Pedrafita do Cebreiro (Lugo), Herrero ha avanzado que, de manera paralela a la investigación sobre las causas, se demolerá el vano adyacente al derrumbado y el pilar que los sostenía a ambos, con la intención de revisar en profundidad la cimentación en busca de algún «problema de asentamiento».
Al respecto, explicó que la revisión “profunda y sistemática” de los viaductos de la zona arrancó el año pasado, cuando se detectó la corrosión en los cables que sujetan las estructuras. De la mano de un procedimiento de emergencia, el Gobierno invirtió un total de 25 millones de euros en las labores de comprobación del estado de las vigas y cables.
Según ha detallado Herrero, «los trabajos desarrollados hasta el momento se corresponden con las patologías detectadas», lo que indica que «el problema no son los cables». El derrumbe se produjo «por causas ajenas a los trabajos» en el momento de colocar la losa superior del tablero, instante en que el desplazamiento del pilar provocó el colapso del vano. «Lo que estábamos haciendo era lo correcto», ha insistido el director general, que ha recalcado que los elementos no presentan grietas ni deformaciones que indiquen fallos estructurales.
A la espera de contar con datos certeros sobre las causas del suceso, Herrero ha señalado que también se revisará el proyecto de construcción original, así como las cimentaciones y vigas del viaducto paralelo . Al respecto, apuntó que una de las ventajas de las estructuras isostáticas, como la del viaducto, es que cada vano trabaja independientemente, de manera que el conjunto no sufre daños cuando una de las partes resulta afectada.
Tráfico desviado
Cabe recordar que el suceso no provocó daños personales, aunque afectó a la principal vía de comunicación entre las provincias de León y Lugo, en el kilómetro 431 de la calzada en sentido A Coruña.
Respecto a los plazos para reabrir la autovía al paso de vehículos, Herrero ha evitado fijar un horizonte temporal y ha subrayado que «este tipo de colapso no tiene antecedentes en la Red de Carreteras» . «En ningún caso vamos a abrir al tráfico si tenemos la más mínima duda», ha avanzado el director de Carreteras, que ha recordado que todo el tráfico de la zona se desvía desde la tarde de ayer a través de la carretera N-VI. En ese sentido, ha destacado que el «interés absoluto» del Ejecutivo es «reponer las comunicaciones lo antes posible» y ha incidido en que «el presupuesto no será un problema».
Por su parte, el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, ha querido mandar un «mensaje de tranquilidad» a los usuarios de la autovía y a los vecinos de la zona. «Nuestra prioridad número uno es la seguridad», ha apuntado el delegado, que ha avanzado que el paso permanecerá cerrado al menos mientras se revise la totalidad de la estructura para garantizar la seguridad en todo el tramo. «Sabemos que eso llevará tiempo», ha reconocido Miñones, que lamentó que los desvíos se van a prolongar a lo largo del tiempo y ha pedido «paciencia y prudencia» a los conductores .
