La mortalidad se sitúa al nivel de los años previos al Covid en Castilla y León

Aunque no se puede afirmar aún que la normalidad esté a la vuelta de la esquina por lo traicionero que ha demostrado ser el Covid-19, algunos datos parecen avivar la esperanza de que lo más duro de esta pandemia comience a ser un mal recuerdo. Así se desprende, con muchos matices, de las cifras de mortalidad trasladadas ayer por el Instituto Nacional de Estadística.

Aunque referirse a los muertos es un asunto muy delicado, los fríos números conocidos indican que en los ocho primeros meses del año perdieron la vida en Castilla y León un total de 10.591 personas , lo que supone 4.520 menos que en el mismo periodo del pasado año y cuando el Covid campaba a sus anchas y provocaba decenas de muertes diarias en esta Comunidad.

El descenso es considerable como demuestra el hecho de que Castilla y León es la tercera comunidad, después de Madrid y Castilla-La Mancha, donde más se ha reducido la mortalidad en lo que va de año. Un dato que también muestra que fueron tres de las regiones más afectadas por el coronavirus.

Además, el número de fallecidos hasta agosto es muy similar -incluso inferior, en algún caso- a los datos de los años previos a la pandemia. Así, por ejemplo se estima que habido cien víctimas mortales menos que en 2018 y 500 menos que en 2015.