Fernando Conde - Al pairo
Misma plantilla
«Clemente ha ganado el combate a los puntos a Igea, y el propio contendiente lo ha admitido y digerido con un señorío digno de elogio»
Hay que ver la que se está liando en Ciudadanos . Sobre su estrategia electoral se puede decir que, como poco, es arriesgada. Andan sus huestes divididas entre los partidarios de apostar por quienes llevan años luchando por el proyecto y los que consideran que incorporar viejas glorias les va a otorgar más experiencia y posibilidades en las urnas. Al menos así ha sucedido en Castilla y León con el interno Igea , respetado por todos, y la externa Clemente, vilipendiada y rechazada, al menos en redes sociales, por no pocos gajos de la naranja. Ya veremos si suma o resta lo de incorporar al proyecto a figuras como la de Mesquida, Corbacho o, en breve, la de la exvividora del socialismo -al decir de Óscar Puente -, Soraya Rodríguez .
Sólo hay que bucear un poco en esas redes para ver que al votante de Ciudadanos la estrategia le está resultando, por lo menos, incómoda. Vender vinos nuevos en odres viejos no parece muy convincente. Pero quizá la táctica elegida por la cúpula naranja tenga su explicación, si bien, psicológica. Y es que el vertiginoso ascenso que experimentó el partido en las pasadas elecciones les cogió desprevenidos y en pañales . En muchos casos no quedó otra que aceptar lo primero que se puso a tiro. Así las cosas, algunos pescadores de charca, deseosos de medrar, aprovecharon el río revuelto para subirse a la barca naranja. De ahí tal vez que la dirección nacional haya puesto ahora en marcha el péndulo de Foucault y se haya ido al otro extremo. Es decir, haya sustituido el desecho de tienta por el excedente de cupo. Ya veremos a ver qué pasa.
De momento aquí, Clemente ha ganado el combate a los puntos a Igea, y el propio contendiente lo ha admitido y digerido con un señorío digno de elogio. La democracia ha vencido. Ahora, sin embargo, tocará explicarle al concejal de turno , de muchos pueblos y ciudades castellano y leonesas, que tiene que rendir pleitesía a quien hasta hace nada era cabeza visible -la segunda de a bordo en teoría- de un partido rival. Comulgar con ruedas de molino no siempre es fácil , y una cosa es diseñar estrategias políticas desde los despachos madrileños y otra, bien distinta, explicar a tus votantes, los de ese pueblo o ciudad, que lo de la tan cacareada regeneración era esto: más de lo mismo.
Queda por ver si en estas próximas elecciones esas viejas glorias servirán para acrecentar expectativas o ahuyentar desencantados. Pero si al final los electores eligen que gobierne un pacto en Castilla y León, y ese pacto es entre PP y C’s, no faltará quien piense que otra vez el Madrid campeón de Europa... y, además, con la misma plantilla.