Milagro en el «pequeño paraíso» de Armenteros
Mañueco visita el colegio La Inmaculada de este municipio salmantino, gestionado por la Fundación Educa, que acoge a 85 niños ucranianos procedentes de un orfanato de Mariúpol destruido por los bombardeos rusos
La historia del «milagro» de Armenteros comenzó el pasado 28 de marzo, cuando un grupo de ocho voluntarios de la Fundación Madrina se adentraron en Leópolis, con ayuda de un par de expertos en operaciones especiales y asumiendo el riesgo de que alguno pereciera en el intento, para rescatar a 85 niños procedentes de un orfanato de Mariúpol, destruido en los bombardeos rusos. Allí, tras entregar a los pequeños en mano una estampita del ángel San Miguel de Kiev, donde llevaban el nombre de la entidad y de su fundador y presidente, Conrado Giménez subieron en un par de autobuses que les llevaron hasta la frontera, donde les esperaba un avión militar del Ministerio español de Defensa que les trajo hasta Torrejón de Ardoz (Madrid).
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Hoy, esos niños de entre 7 y 17 años, algunos con necesidades especiales, residen felices, alejados de la guerra, en el colegio La Inmaculada de Armenteros, en Salamanca, un emplazamiento que se ha convertido para ellos en un «pequeño paraíso» , ha apuntado en declaraciones a los medios de comunicación el propio Giménez, que agradecía a todos los implicados el haber regalado a estos pequeños «un cielo sin bombas» .
Desde su llegada, los 85 niños y 17 profesores que los acompañan conviven con el resto de alumnos de este centro que fue fundado en 1954 por el padre Juan Trujillano con el fin de dar una educación y un hogar a menores sin medios. Estudiantes guineanos, angoleños, brasileños y españoles, entre otros, convierten a este colegio gestionado por la Fundación Educa en una especie de ‘ONU’, ya que por él han pasado más de 40.000 alumnos «de cientos de países», ha recordado también el padre Blas Rodríguez , que ha aprovechado la visita a las instalaciones del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y de la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, para «hacer posible que este barco llegue a buen puerto».
«Gracias porque les habéis regalado un cielo sin bombas»
Ha recogido encantado el guante el dirigente regional, quien nada más intervenir ha señalado: «Estamos con vosotros». Mañueco, que ha vuelto a referirse al conflicto como «una brutal invasión injustificada a todas luces», ha agradecido a «todos los ángeles de la guarda» que han hecho posible «este pequeño milagro», y ha considerado el proyecto de Armenteros una muestra más de «lo que es el pueblo de Castilla y León», «acogedor, solidario y generoso» .
Tras recorrer las instalaciones y conocer a los niños, el presidente ha destacado el trabajo «codo con codo» de Junta y Estado para ayudar en la crisis de Ucrania, así como el protocolo puesto en marcha en la Comunidad para acoger a los refugiados. Ha detallado al respecto que el Gobierno regional ya ha repartido unas 2.200 tarjetas sanitarias a ciudadanos ucranianos y ha escolarizado a más de 650 niños. «Desde la España del interior somos capaces de demostrar que hay un entorno privilegiado esperando a que venga gente a aprovechar las oportunidades», ha concluido.