El mercado inmobiliario «resiste» al Covid entre la incertidumbre y el baile de precios
Con un «mejor» comportamiento que la media nacional, las ventas caen pero no se devalúa el coste aún
En el primer semestre del año, el valor subió un 2,3 por ciento en la Comunidad
¿Qué envergadura tendrá la crisis económica que suceda a la sanitaria? ¿Las familias se verán abocadas a vender sus casas? ¿Los grandes propietarios se lanzarán al mercado antes de que puedan bajar los precios? ¿Optarán por el alquiler para sacar más rentabilidad? ¿Se resentirá la financiación de los bancos? ¿La construcción frenará promociones? ¿Habrá cambios de residencia si se alarga el teletrabajo? Son muchos los interrogantes y pocas las respuestas sobre el futuro que emborronan al mercado inmobiliario , que sin un oráculo en su mano y a la espera de cuándo llegará la calma ha ido recuperando el movimiento. Sin un panorama tampoco halagüeño a la vista, de momento, «resiste». Y lo hace en Castilla y León «mejor» que en el conjunto de España, aunque lo hace, como en el resto del país, en medio de un mar de incertidumbre picado por el baile de precios.
Antes de que el coronavirus irrumpiera en España, el mercado gozaba de un ritmo de ventas óptimo y unos precios que subían acompasados al IPC. Pero entonces llegó el Covid. El país paró y con ello el mercado inmobiliario. Todos se quedaban en casa, en la que ya tenían. Con la desescalada, las inmobiliarias volvieron a abrir y las promotoras pusieron las grúas en marcha . La demanda durmiente durante la cuarentena despertó y se reactivó el mercado. Lo hizo a mayor velocidad que un junio o julio normal, sustentado en todas aquellas iniciativas que habían estado esperando. Aunque el arranque fue «espectacular», no ha servido para contrarrestar las caídas que se contemplan en términos anuales, explica Gonzalo Jolín, presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Castilla y León (Aspricyl).
Hasta el mes de agosto, las ventas cayeron un 4,8 por ciento en Castilla y León -frente al 12 por ciento nacional-. Curiosamente, contra todo pronóstico de bajada de precios que algunos expertos auguraron y que se mantuvieron en el conjunto de España, en la Comunidad el valor subió en un 2,3 en el primer semestre de este atípico 2020. La explicación estaría en que ese buen funcionamiento anterior al mes de marzo continuó por «inercia».
En Castilla y León el menor peso del turismo respecto a otras comunidades habría hecho que, de momento, el impacto económico y sobre el empleo haya sido «menor» y tenga una repercusión inferior sobre el mercado inmobiliario, que en términos de compraventa es básicamente «interno».
La situación podría ser sólo coyuntural, a pie de inmobiliaria. El presidente de la asociación de inmobiliarias de Zamora Ainza, Jesús Barrios apunta que ya se han comenzado a apreciar bajadas de precios. De hecho, los primeros informes, aun sin cifras oficiales, sobre el tercer trimestre apuntan en esta dirección. Un informe de Tinsa señala cómo «datos avanzados» de septiembre apuntan a que en este último mes se habría producido un descenso, tras un agosto relativamente estable . Después del ciclo expansivo, por primera vez el grueso de comunidades anota variaciones interanuales negativas, viendo todas su valor medio reducido respecto al primer trimestre del año».
«Bolita mágica»
En lo que respecta a Castilla y León, según el citado informe, a cierre del tercer trimestre los valores serían un 4,5 por ciento inferiores a los del año anterior, y un 7,6 por ciento menores a la llegada del Covid. En este contexto, Castilla y León registra descensos superiores a la media nacional, que se sitúa en un -0,4 y -1,76, respectivamente.
Y en este escenario, Jolín apunta que todo está todavía en el aire -«nadie tiene una bolita mágica»-, si bien entiende que la crisis que se dé en el mercado nada tendrá que ver con la del boom inmobiliario. A diferencia de 2007, en este caso el sector no es «protagonista» de la crisis económica, sino actor perjudicado. Las previsiones apuntan a que en este caso se trataría de «meses y no años».