Las mejores piscinas naturales de Castilla y León
La Sierra de Gredos, El Bierzo, Palencia o Burgos... Destinos para disfrutar del agua más rural de la Comunidad
La pandemia y el verano irán de la mano este verano. El cierre de piscinas municipales y el miedo a la playa por un posible rebrote obliga a los bañistas a buscar nuevos lugares para disfrutar de su pasión por el agua. Castilla y León destaca por la infinidad de parajes naturales que cuenta en su extenso territorio. Aquí recogemos algunas de las piscinar naturales más impresionantes.
1
Arenas de San Pedro, en Ávila
En plena Sierra de Gredos, en Ávila, aparecen de la nada las piscinas naturales de Arenas de San Pedro. Según las opiniones de los bañistas, están perfectamente preparadas para el público. Disponen de presas para controlar la profundidad de cada charca. Hay una para niños y otra para adultos con diferente caudal. También dispone de un bar para beber algo fresquito o incluso comer. El parking es amplio y espacioso. La única pega, que en verano se convierte en el gran reclamo del fin de semana.
2
Charco del Risquillo, en el Tiétar
El Charco del Risquillo es uno de los más populares del Tiétar. Su paraje natural es precioso y está muy cerca de Guisando (Ávila). El agua, como no, corta como el hielo. Es lo que tiene bañarse en un piscina natural. «El cuerpo se acostumbra», dicen los bañistas. Al lado hay un bar con bocadillos y bebidas y un parking para dejar el coche.
3
Candeleda, en plena Sierra de Gredos
Sierra de Gredos está plagado de piscinas naturales. Una de las más espaciosas es la situada en Candeleda (Ávila). La piscina cubre más o menos un metro y medios y en ella se puede nadar gracias a su gran amplitud. El agua está llena de peces y nadar entre ellos es agradable. Los que han nadado allí dicen que la temperatura no es muy fría. El único «pero», dónde dejar la toalla. La piscina está rodeada de piedras y rocas y es complicado encontrar un hueco para acomodarse.
4
Navafría, en Segovia
Ahora viajamos a la Sierra de Guadarrama, donde se encuentra Navafría, un municipio bañado por el río Cega, afluente del Duero, que llena con sus aguas la piscina natural que hay en el pueblo. En el municipio se puede disfrutar preciosas rutas de senderismo y descubrir la famosa casca de «El Chorro».
5
Molinaseca, en El Bierzo
Si realizas el Camino de Santiago, una parada obligada podría ser una de las mejores piscinas naturales de la Comunidad, ubibcada en el municipio leonés de Molinaseca, en El Bierzo. Para entrar en el pueblo los peregrinos tienen que cruzar el río Meruelo por el puente románico. Junto a él se ubia la mencionada piscina natural del río.
6
Espinosa de los Monteros (Burgos)
El río Trubea, a su paso por el norte de Burgos, crea una magnífica zona de baño donde sofocar el intenso calor de verano gracias al agua y las zonas verdes plagadas de sombra. Se encuentra en la presa del municipio de Espinosa de los Monteros. Es un lugar idílico para baño y ocio.
7
En la presa de Cerrato (Palencia)
Esta presa del río Pisuerga situada en Villalaco (Palencia) se ha convertido los últimos años en uno de los lugares más concurridos del verano. Su bello paisaje invitan a reunirse con familiares o amigos para disfrutar del día. Para aquellos a los que el agua no les motiva, la zona también dispone de un paseo por el bosque que hay al lado de la piscina.