El médico residente grabó a una única mujer en el vestuario del Clínico

Aunque agosto ha ralentizado sobremanera las diligencias previstas, el caso del médico residente del Hospital Clínico de Valladolid que grabó el vestuario femenino del área de neurocirugía sigue su curso. A falta de que aún se produzca la declaración del supuesto responsable de los hechos, identificado perfectamente por parte de la dirección del centro médico, ABC ha podido saber que grabó en vídeo a una única doctora cambiándose de ropa. Así aparece registrado en el «pendrive» encontrado en las propias instalaciones del hospital y que provocó el inicio de las investigaciones sin que aún se sepa si el joven doctor lo dejó allí voluntariamente o fue un simple descuido que permitió que fuera desenmascarado.

El caso ya está en manos del Juzgado de Instrucción número 1 de Valladolid, que recibió la denuncia de la fiscalía con el encargo de realizar varias diligencias cuyo alcance aún se desconocen. Lógicamente, entre ellas está la de tomar declaración al presunto responsable de los hechos, que de momento está suspendido de empleo y sueldo y ha sido expedientado a la espera de que se produzca una sentencia que, en el caso de ser condenatoria, no le supondría la privación de libertad pero complicaría sobremanera su futuro profesional. Además de otra serie de pruebas vinculadas con la grabación hallada, se prevé hablar con la única víctima del caso, que también podría denunciar lo sucedido.

El residente se enfrenta a un delito de revelación de secretos con atentado a la intimidad cuyas penas oscilan, según se recoge en el Artículo 197.1 del Código Penal, entre uno y cuatro años de prisión en función de la gravedad, además de que incluye la imposición de multas.

La noticia de la grabación del vestuario de neurocirugía, adelantada por este periódico hace ahora un mes, causó malestar e inquietud entre los trabajadores del Clínico. Las distintas organizaciones sindicales con representación en el hospital calificaron los hechos protagonizados por el residente de cuarto año sin antecedentes penales «como desagradables e intolerables» y pidieron extremar las medidas de control.