Guillermo Garabito - La sombra de mis pasos

La mecánica naranja

«Decir que Cs no es un partido personalista es como negar la evolución, la superioridad del Real Madrid o que UPyD también lo fuera»

GUILLERMO GARABITO

Decir que Ciudadanos no es un partido personalista es como negar la evolución, la superioridad del Real Madrid o que UPyD también lo fuera. Le salva que en vez de una Rosa Díez tiene dos. Los partidos se crean y se destruyen por un hombre sólo. El PP lo levantó Fraga y Rajoy lo está desmontando por piezas.

A Ciudadanos le ocurre lo mismo que al PP en estos tiempos. La gente, en la calle, ya no sabe decirte el nombre siquiera de los ministros. Como mucho de uno o dos. Siempre Soraya. Hay, lo certifiqué el otro día, quién te sigue nombrando a Esperanza Aguirre. El PP es Rajoy como Ciudadanos son Rivera y Arrimadas y a veces dudas quién tiene más empaque de liderazgo nacional entre los dos. Y eso Rivera lo sabe.

Pero como son muchos los que tienen que ganarse el sueldo en los partidos el portavoz de Ciudadanos en las Cortes de por aquí dice en entrevista que su partido no es personalista. Que en Cataluña –que se parece a Castilla y León en que políticamente es un coñazo, cada una en su extremo: una por exceso y la otra por defecto¬¬– habría ganado cualquier otro candidato con las siglas naranjas. Que lo de Arrimadas es circunstancial, o que pasaba por allí.

El PP en media España ya sólo es Mariano Rajoy. Y donde no está, como en Cataluña, tiene que ir la Constitución a ponerlo.

En esta región, como en casi todas, Ciudadanos también es Albert Rivera. A excepción de Cataluña, donde se presenta Arrimadas y gana las elecciones –diga lo que diga Fuentes–. Rivera se presenta en las dieciséis comunidades restantes, pero como no tiene el don de la ubicuidad en cada lado se llama de una manera. El Rivera de aquí se llama Luis Fuentes. De Luis Fuentes empecé a escribir en las crónicas parlamentarias justo después de su nombre, entre paréntesis, «Cs» porque la gente preguntaba de quién estaba hablando.

Pero la mecánica naranja, como en el resto de partidos, consiste en decir que cualquiera es prescindible, intercambiable y reversible incluso cuando en verdad suelen decirlo los que menos quieren moverse de donde están.

La mecánica naranja

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación