El matricida de Valladolid confesó el crimen a una amiga por teléfono antes de ser detenido

Conmoción en el barrio vallisoletano de La Rondilla, donde la muerte violenta de una mujer sorprendió a los vecinos, que a última hora de la tarde todavía trataban de dilucidar qué podía haber ocurrido para que un joven de 16 años acabase presuntamente con la vida de su madre, de 50, con un cuchillo de cocina.

Mucha expectación en torno al número 10 de la calle Siglo de Oro, donde en el primero derecha sucedieron los dramáticos hechos. Fue en torno a las 18.30 horas cuando saltaron las alarmas. Una llamada al servicio de Emergencias recibió la alerta. Era una amiga del joven, residente en Barcelona, a quien había telefoneado para contarle lo que había hecho en el domicilio familiar. Inmediatamente, ella avisó al 112, que se lo comunicó a la Policía Nacional. Minutos después, en el lugar los agentes comprobaron que el dramático aviso era cierto. Los servicios sanitarios que también acudieron nada pudieron hacer por la vida de la mujer. La cuchillada recibida al parecer a manos de su vástago resultó mortal. La madre falleció prácticamente en el acto.

El joven todavía estaba allí cuando llegó la Policía. Sobre las 19 horas, fue detenido como presunto autor de la muerte violenta de su madre. No opuso resistencia, según confirmaron desde la Delegación del Gobierno. Algún vecino lo llegó a ver con la ropa ensangrentada en las estrechas escaleras del bloque de cinco alturas, donde ayer apenas querían hablar sobre lo que pudo ocurrir para que un adolescente acuchillara mortalmente a su propia madre. El menor fue trasladado a la Comisaría de Delicias y está previsto que hoy pase a disposición del Ministerio Fiscal.

Las sirenas y los numerosos vehículos policiales alertaron a los vecinos, que trataban de averiguar quién eran la víctima y su hijo. «Si eran del barrio de toda la vida, los tenemos que conocer», apuntaban varias mujeres. Pero, al parecer, apenas llevaban un mes viviendo en esa casa, un bloque con «mucha gente nueva» en los últimos tiempos, según aseguraron algunos de los vecinos del populoso barrio vallisoletano.

«¡Madre mía!», la exclamación en la calle , con numerosos curiosos en torno al edificio donde ocurrieron los «dramáticos» hechos. A las puertas del inmueble, la presencia también los vehículos del Servicio Forense del Instituto de Medina Legal ponía en situación a los transeúntes de que algo había sucedido. En torno a las 21.00 horas, la jueza autorizó el levantamiento del cadáver de la mujer, nacida en 1972, quien tenía una orden de protección de otra persona como víctima de violencia de género.

En el actual domicilio vivía únicamente con su hijo y presunto matricida, aunque en el barrio sí se le había visto con una pareja, según aseguraron algunos vecinos, sin entrar en más detalles. De lo ocurrido en la tarde de ayer entre las paredes del primero derecha, nada, ni tampoco de si había problemas entre madre e hijo. «No hemos sentido nada», afirmó una de las vecinas. La Policía Nacional continúa investigando lo que pasó. Tras el levantamiento del cadáver de la víctima para realizarle la autopsia, los agentes continuaron recabando pruebas en el interior de la casa y se llevaron varias bolsas con material del domicilio en su interior. La puerta permanecía precintada.