Un mapa apasionante

La calma de Castilla y León se rompió con un mapa post-electoral apasionante y veremos, si gobernable. En los próximos días asistiremos a un cambio de cromos imprevisible, pero las elecciones dejan vencedores, vencidos y lecciones. Entre los primeros, Guarido y el XAV abulense, otro desgajamiento de un PP sin presidente en los últimos años; perdedores, Podemos, más de lo previsto. Nombres propios, el PSCL ganador holgado, gracias a un trabajo de campo serio de Ana Sánchez y su equipo y con la rémora de un cabeza de cartel solidario con el sanchismo, pero poco sólido (ahí tienen un problema).

Francisco Igea es otro destacado, que ha enseñado el camino al ansioso Rivera, con una campaña muy centrada, sin mirar al retrovisor y que ha sabido reclamar la atención e ilusionar en la última semana. La falta de apoyo de Cs (el estratega Villegas le tachó) estos días y los 12 escaños obtenidos le dan la llave de la gobernabilidad, pero también fortaleza en su partido. Los escaños los ha ganado a pulso Igea y su opinión va a pesar a la hora de los pactos; el «sapo» Igea se lo tragará Ciudadanos, salvo que quiera empezar escindido. Abrazar a Igea o distanciarle será un termómetro para observar la altura de Rivera como líder.

Mañueco, a pesar de él, el gran perdedor. En su haber, lograr un resultado digno e insuficiente, tras el erial que le dejó Juan Vicente Herrera y la fractura del partido (el presidente en funciones jamás asimiló que perdió su apuesta por Silván). Los malos resultados del PP en España tienen nombres propios, Rajoy, Soraya, Herrera, Nuñez Feijóo… Los Casado, Mañueco y otros, en tiempo récord, han intentado recomponer la nave del naufragio. Ya no da para más, pero el dardo del presidente en funciones el viernes último hablando de lealtades, ejemplifica bien el «consejos vendo y para mí no tengo» (el espejo, la dejadez en la Junta, abandonos a los suyos…). El síndrome de la Asunción le produjo olvidos irreparables. Y Vox le quitó la alcaldía al PP en Valladolid.