Mañueco agotará su «mandato» si hay «estabilidad parlamentaria»
El presidente de la Junta asegura que no está «en su cabeza» la idea del adelanto electoral
Como había expresado el portavoz y vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, tras el «cordial» Consejo de Gobierno del jueves, el presidente de la Junta de Castilla y León, el popular Alfonso Fernández Mañueco, ha descartado este viernes directamente y en sus propias palabras que esté barajando adelantar las elecciones autonómicas en la Comunidad tras las diferencias surgidas en el Ejecutivo de coalición sobre la retirada del denominado plan de reestructuración de la Atención Primaria. «En mi cabeza no está esa idea», ha sentenciado.
Sin embargo, la garantía de que no habrá comicios hasta mayo de 2023 dependerá de que «haya estabilidad política y parlamentaria y no hay nada más que hablar de este asunto», zanjó Fernández Mañueco, que este viernes visitó la localidad de Navarredondilla (Ávila) para presentar el Plan de Restauración de la zona afectada por el incendio de la Sierra de la Paramera. Al respecto, hay que recordar que la coalición PP-Cs no tiene en la actualidad la mayoría absoluta y depende de los votos de otros grupos minoritarios -especialmente Por Ávila, pero también en algún caso Vox y en menor medida UPL- para sacar adelante las iniciativas que plantee la Junta en el parlamento regional, incluido los próximos Presupuestos de la Comunidad, cuya presentación está prevista en principio para antes del 15 de octubre.
De esta manera, Mañueco parece dejar claro que no realizará ningún movimiento en las próximas semanas, pero sin poder ni querer garantizar que no disuelva la cámara para llamar al voto de los ciudadanos con posterioridad . No hay que olvidar tampoco que a partir del próximo mes de marzo el Partido Socialista podría volver a presentar una moción de censura una vez fracasada la que llevó a las Cortes en primavera en mitad de la cuarta ola de la pandemia.
El presidente de la Junta también defendió que su sintonía con el vicepresidente «sigue siendo igual que el primer día», después de que la tensión se elevara entre los dos socios del Gobierno de coalición en relación a la postura sobre una iniciativa del Grupo Socialista centrada en las políticas sobre la Atención Primaria, informa Ical.
La crisis arrancó este lunes cuando Fernández Mañueco anunció en las Cortes durante una pregunta parlamentaria formulada por el líder de la oposición, Luis Tudanca, que apoyaría la proposición no de ley que pedía la retirada del plan de reestructuración de la Atención Primaria y que se garantizara la asistencia presencial en el medio rural, a través de los consultorios locales.
Esto llevó al vicepresidente a manifestar, también en sede parlamentaria, que la política sanitaria que se hacía en España era una «puñetera vergüenza» y supuso que al día siguiente, el martes, PP y Cs no votaran de forma conjunta la iniciativa, que fue respaldada por los ‘populares’ y el resto de grupos de las Cortes, excepto los once parlamentarios ‘naranjas’ que se abstuvieron, tras plantear una enmienda de adición que no fue aceptada por los socialistas.
Igea calificó en un primer momento de «error estratégico» la decisión de Mañueco y respaldó a la consejera de Sanidad, Verónica Casado, y su continuidad en el Ejecutivo , que este jueves celebró una reunión del Consejo de Gobierno que sirvió, según relató el portavoz, para reconducir las relaciones y dar por resuelta la «discrepancia» surgida, tras aceptar el encargo del presidente de reunirse con el socialista para consensuar la reordenación de la sanidad rural.
«La mano en el fuego»
Más contundente de nuevo se ha mostrado este viernes el portavoz de la Junta, quien puso «la mano en el fuego» porque no habrá adelanto electoral en la Comunidad tras no salir adelante la reforma sanitaria propuesta por la consejera de Sanidad, Verónica Casado. «Puedo decirlo setenta veces siete», incidió Igea durante su intervención ante los medios de comunicación frente a la Universidad de Salamanca.
En este sentido, el vicepresidente se mostró ajeno a lo que otros miembros del Partido Popular opinan sobre una posible disolución del Gobierno de coalición que forman los ‘populares’ con su partido, Ciudadanos. «Quien convoca elecciones es el presidente. Los otros no sé lo que dicen. No les escucho. No hago de portavoz de otros miembros del PP, yo hago de portavoz del Gobierno», reiteró. «Lo que yo digo, ya no como portavoz sino como ser humano, es que si alguien espera encontrarme en una maniobra de desestabilización para provocar un adelanto electoral, puede esperar sentado», manifestó a continuación.
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