Mañueco acusa a Tudanca de ser con sus críticas un «negacionista» de los «éxitos»

El socialista ve «caos absoluto» y el jefe de Ejecutivo le recrimina que sólo busque el «interés personal»

Igea y Mañueco conversan minutos antes del Pleno de las Cortes HERAS

Isabel Jimeno

Como en dos realidades paralelas, en dos galaxias diferentes parece que viven la Junta de Castilla y León y la oposición del PSOE -también la de Podemos-, que ni de casualidad coincidieron ayer en un punto en común en su lectura y repaso a la situación de la Comunidad tras casi un año de pandemia del Covid-19. Y es que por más que de un lado y otro reclamaron la «vuelta a los consensos» y el «diálogo» que se acusaron mutuamente de romper, por el cruce de críticas, acusaciones y reproches vertidos ayer, el entendimiento se intuye a años luz de distancia. «Es usted un foco de negatividad. Es usted un negacionista de los éxitos de Castilla y León» , recriminó el presidente del Gobierno autonómico, Alfonso Fernández Mañueco , al portavoz del Grupo Socialista, Luis Tudanca, quien en su pregunta de control, con la gestión de la pandemia como telón de fondo, se subió a lomos de las críticas de diversos colectivos para cargar contra la acción de la Junta. «No piensa ni un minuto en las consecuencias» de las decisiones, que acusó a Mañueco de adoptar con «falta de empatía y sensiblidad» y generar un «absoluto caos» en las últimas semanas con sus «contradicciones» sobre la desescalada.

El presidente negó los cambios de criterio en la relajación de las medidas esgrimidos por el líder de la oposición, tiró de «historial» de declaraciones para espetar a Tudanca que «de contradicciones usted y su partido saben más que yo» y defendió la acción de la Junta. «Presume de lealtad y responsabilidad», pero «niega» la «fortaleza» de la Sanidad, las medidas «que salvan vidas», el rastreo, que Castilla y León esté «en el pelotón de cabeza» de la vacunación o las «ayudas» a diversos sectores, argumentó Mañueco frente a la visión «negacionista» de Tudanca.

«Necesitamos un gobierno que haga las cosas de otra manera, que haga de la lucha contra la pandemia una realidad», reclamó el también líder del PSCL. «Tiene que dejar de hacer daño a Castilla y León, señor Mañueco», exigió, a la vez que acusó al jefe del Ejecutivo de «no» tener palabra y «mentir», y le reclamó que «vuelta a los consensos, abandone la radicalidad» y «acepte alguna propuesta».

«Sembrar cizaña»

«Quiera usted o no quiera, vamos a seguir trabajando por Castilla y León», defendió el presidente. «Usted a lo suyo, a la pequeña conspiración de cada día. A sembrar cizaña sin pensar en nadie más», afeó Mañueco al portavoz socialista, a quien pidió que «recapacite». «La pandemia aún continúa», recordó. Y «exige lo mejor de nosotros», añadió. «Dejarse la piel». «Yo estoy en eso, con usted o a pesar de usted», zanjó. Acusó a Tudanca de haber «ensuciado» la voluntad de otros tiempos de «contribuir a mejorar las cosas». «Solamente le interesa su interés personal y partidista. Al menos antes, disimulaba», afirmó el jefe del Ejecutivo.

Por el hemiciclo volvía a planear la moción de censura insinuada y no materializada lanzada por el PSOE contra el Gobierno de coalición de Partido Popular y Ciudadanos hace ya más de dos semanas. Primero por boca de Tudanca. «Me sigue sorprendiendo que casi dos años después siga queriendo hacer de portavoz de la oposición», replicó al presidente en su manera de recordar que el PSOE fue el partido más votado. «Cuando uno quiere aspirar a algo, tiene que demostrar algo», respondió Mañueco, quien afeó a Tudanca.

Y no acabó con el cara a cara entre Mañueco y Tudanca. Prosiguió con buena parte de los procuradores socialistas, que con sus declaraciones desde el «Castilla y León no se merece un gobierno mentiroso», a la denuncia de su «incompetencia manifiesta», «incapacidad» o «si tuvieran conciencia, no haría falta pedírselo porque ya se hubiera ido» mantuvieron prendida la llama de la moción de censura. «Menos mal que no gestionan esta comunidad porque serían incapaces», replicó la consejera de Empleo e Industria, Ana Carlota Amigo, ante la sucesión de críticas desde la oposición. «Exageradas» hasta el «hipérbole», según la titular de Sanidad, Verónica Casado, quien aseguró que desde el PSOE recurren a ejercitar esta figura literaria como «adolescentes enfurecidos». Así que con tanta disparidad, Casado agradeció la intervención con propuestas del socialista Fernando Pablos, a quien pidió incluso que se las remitiera por escrito para analizarlas.

Coincidencias

No fue el único punto de acuerdo. «No le aplaudo porque sería feo», respondió el vicepresidente y portavoz, Francisco Igea, al procurador de Por Ávila, Pedro Pascual, también partidario de criterios comunes y el «no ha lugar al debate sobre si Semana Santa sí o no». «Es elegir entre vivir o no vivir», aseveró el abulense, sanitario de profesión, dando por segura que la cuarta ola del Covid-19 llegará tras la Pasión . «Si no tiene hueco en su partido, yo le hago hueco en el mío», ironizó incluso Igea sacando a relucir declaraciones «un poco exóticas» de la formación de Ávila reclamando la apertura.Y sin moción de censura de por medio, con un directo «¡Váyase!», el portavoz de Podemos, Pablo Fernández, pidió a Mañueco que «tiene que dimitir». Lo hizo en un duro discurso en el que comenzó cargando contra las «habilidades» oratorias «impropias de un presidente», al que acusó de estar cual «mejillón aferrado a la roca en plena tormenta». «Allí donde han gestionado, cuando se van, la gente respira aliviada. Nunca nadie le echa de menos. Eso es lamentable, señor Fernández. Dimita usted», respondió Mañueco al discurso en «tono faltón y desabrido» del líder de la formación morada. «Es mucha su elocuencia, peo su saber es bien menguante», replicó.

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